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domingo, 12 de enero de 2014

Con tutelas, se defiende derecho a la vivienda en Tunja


Beneficiarios elaborando Tutelas
La lucha por la vivienda, en Colombia está asociada a todas los desajustes sociales, muchas de estas  fracturas de las comunidades urbanas  asociado a los fenómenos de pobreza , con un fuerte componente en la mujer, un sector donde reposa varias de las responsabilidades y dependencias, que a su vez incorpora  la desigualdad al interior de la sociedad, dentro de los mercados laborales, desequilibrios salariales, oportunidades  etc, y al interior del núcleo familiar, por la distribución de las cargas y responsabilidades, como soporte de las disfuncionalidades, que terminan,EN LAS MUJERES como responsable de los hijos, de la atención de los adultos mayores, y demás expresiones de pobreza donde el  liderazgo de la mujer juega un papel determinante.

En la ciudad de Tunja, esta realidad no es ajena a la distribución de subsidios que dan como prioritaria a la mujer como jefe del núcleo familiar, caso subsidios para vivienda proyectos Torres del Parque y Estancia del Roble otorgados por el gobierno, dada su condición de vulnerabilidad,se les otorga un puntaje mayor, por las consideraciones señaladas, y que están en el marco de políticas y criterios generales para la superación de la pobreza y la formación de oportunidades para la competitividad, y el empleo PNUD,y  DNP, Plan de desarrollo (prosperidad para todos).
Mayoría mujeres, perjudicadas por demora de
 Proyectos vivienda VIS
Resulta por ello, paradójico, que en la ciudad de Tunja por problemas de corrupción, en la administración anterior y con la negligencia del actual Alcalde, el Ministerio de vivienda, este permitido el manejo inadecuado de recursos públicos y que se esté afectando los derechos de las familias, con impacto en cientos de niños, ancianos, discapacitados nucleados alrededor de mujeres cabeza de hogar y de la vivienda,donde se materializan las expectativas de vida familiar

Según declaraciones de  funcionarios del  Ministerio de vivienda, se estarían perdiendo cerca de 800 subsidios, ante el vencimientos de las prórrogas de las licencias de construcción al  contratista Iader Barrios, ejecutor de los proyectos Torres del Parque y Estancia del Roble, quien actualmente los ha dejado abandonados, sin que a la fecha alguien responda por el fracaso. Todo lo contrario se inculpa a los beneficiarios, con el falaz argumento que no han cumplido con un cierre financiero, cuando han sido estas personas quienes han entregado sus ahorros  al contratista, microcréditos, pagando cuotas e intereses, en muchos casos sin estar habitando las viviendas

Esta vergüenza de lo que sucede en Tunja deja un lunar en la política del Presidente Santos,  en la búsqueda de sacar de la pobreza a quienes más lo necesitan, por el contrario esta causando un daño, irreparable a las personas que han sido engañadas con la expectativa de tener una vivienda digna, lo que ha llevado que se busque en el derecho al acceso de justicia vía Tutela, la salvaguarda de sus recursos y el derecho a tener una vivienda, sin ser burlados y engañados y victimizados por el mismo Estado.


      

martes, 7 de enero de 2014

Salario mínimo: culto a la pobreza

Archivo,firmas de boyacenses contra frustrada reforma a la justicia
El importante análisis que hace Clara Lopez Obregon, candidata presidencial del Polo democrático explica las razones profundas de la pobreza  en Colombia contrario a los falsos y optimistas informes sobre disminución de la pobreza y el desempleo  que entrega el gobierno.  Este y otros temas importantes serán abordados por la candidata a la presidencia del Polo Democrático Alternativo, en su gira por Boyaca, en Tunja el 18 de enero y en Duitama,  Sogamoso y Paipa el 19 de enero. 
Por Clara López Obregón  

"No le sirve a Colombia ese salario mínimo convertido en verdadero culto a la pobreza".



Inicia el 2014 con el borbotón esperado de alzas que rápidamente borran el famélico ajuste del salario mínimo legal. El aumento de la gasolina y del ACPM, los celulares, las matrículas y demás artículos en los primeros de año dan cuenta de cómo los $883 diarios del aumento se desvanecen y por tanto no contribuyen, ni mínimamente, a aumentar la capacidad de consumo de quienes lo devengan. El diario El Tiempo informa que el reajuste del 4,5% que encuentran generoso cubre a 1.273.000 trabajadores y trabajadoras y que sirve de referencia, desde luego que no obligada, para el aumento de emolumentos más arriba en la escala salarial. A ese paso, la clase trabajadora de este país jamás tendrá la capacidad adquisitiva para llevar un modo de vida aceptable ni el aparato productivo nacional la demanda agregada necesaria para despegar y hacerse competitivo en el mundo de la globalización. Los irrisorios aumentos en el salario mínimo legal a que tienen acostumbrados al país, ahora con la anuencia de algunas centrales obreras, no son solo negativos desde el punto de vista humano y social, sino mala política económica. Ningún país se ha hecho grande con salarios de hambre.

Antes que se cambiara la metodología de la Encuesta de Hogares que aplica el DANE para conocer los principales guarismos del mercado laboral, se informaba periódicamente la proporción de trabajadores por nivel de ingreso, lo que permitía analizar fácilmente la tendencia distributiva de las rentas del trabajo y su verdadera capacidad adquisitiva y de consumo. Con esa información estadística se puede observar que entre 1991 y el 2000, los años de la “apertura económica” de Cesar Gaviria y de Andrés Pastrana, se desmejoraron gravemente los ingresos agregados de la población ocupada al aumentar la proporción de trabajadores con ingresos inferiores a un salario mínimo legal, del 23% al 37% del total, mientras que los que devengaban entre uno y dos salarios mínimos descendieron del 42% al 29% de la fuerza laboral.



Sumados en 1991 y en 2000 los dos segmentos o intervalos llegan al mismo 66%, solo que al iniciar el nuevo milenio estaban peor pagos. Ni preguntar dónde estaban y están y que hacen los inspectores del trabajo ante semejante incumplimiento de la norma legal en plena puesta en marcha en Colombia de una Constitución, la de 1991, que pretendió darle contenido social al Estado de derecho y sellar la paz entre los colombianos.


En la década siguiente que es la más reciente, las cuentas nacionales publicadas por el DANE confirman el creciente proceso de concentración de la renta nacional al constatar que la participación de la remuneración al trabajo en el Producto Interno Bruto (PIB) se ha reducido del 33,7% en el 2002 al 31,6% en el 2011, mientras que han aumentado de manera correspondiente las rentas del capital.  El Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, en su libro El Precio de la Desigualdad, argumenta cómo esta no solo es inmoral sino mala consejera económica.

No hay la menor duda, el prurito de importar, sin beneficio de inventario, modelos económicos de otras latitudes, le ha salido muy caro al país, en especial a sus clases medias y trabajadoras. Como la política de comercio desigual de la apertura económica ha resultado tan mal negocio para Colombia, los Gobiernos cedieron ante las presiones extranjeras y firmaron unos Tratados de Libre de Comercio (TLC), que ni son libres ni son de comercio. Traen toda suerte de cláusulas que limitan la aplicación de las herramientas de política económica, social y fiscal y consagran en cláusulas, esas si pétreas, la entrada sin aranceles a productos subsidiados en su origen para ponerlos a “competir” con la producción nacional. De eso se trataron las protestas y movilizaciones de los campesinos frente a las importaciones de todo lo que producen con tanto esfuerzo mientras pagan precios extorsivos de posición dominante por los insumos y los bienes de precios regulados por el Estado como la energía eléctrica, el combustible, las llamadas de celulares, todos ellos superiores a lo que cuestan en el resto del vecindario.

Ha llegado la hora de cambiar de rumbo y desarrollar nuestro propio modelo económico, para nuestras necesidades y nuestras gentes. Un modelo colombiano que se alimente de lo que fueron los inicios de una política económica soberana como la que adelantaron Carlos Lleras Restrepo y su Ministro de Hacienda, Abdón Espinosa Valderrama. En su época dieron lecciones al mundo, de respeto a la soberanía y de buena economía, emulada por otras naciones cuando vieron sus bondades. El recientemente fallecido y reconocido estudioso del desarrollo económico, Alberto Hirschman, llamó a la escuela de economía de América Latina de esos tiempos, el “manifiesto latinoamericano”. No le sirve a Colombia ese salario mínimo convertido en verdadero culto a la pobreza ni la política que lo engendra perpetúa. No más de lo mismo.

Esto tiene que cambiar.

Enero de 2014.

lunes, 6 de enero de 2014

Un año para la unidad de las singularidades, por el "bien común"


Estamos viviendo acontecimientos sociales y políticos que mueven la vida del país con una particular agitación en todos los terrenos algunos más otros menos, en los hechos económicos la inercia de un modelo económico que no trae grandes sorpresas, salvo el deterioro evolutivo de la situación del mundo del trabajo, no se puede decir lo mismo de la agitación político – electoral, que como se ha podido ver se traslada al terreno jurídico, como una expresión de las fuerzas de la derecha que actúan monolíticamente al interior del Estado, caso destitución de Petro.


Los agrupamientos que han surgido al interior del partido verde y el movimiento progresista han posibilitado unidades de distintas tendencias que internamente tienen matices diversos pero que luego de retirado el partido verde de la Unidad Nacional de Santos,permite el agrupamiento de distintos sectores de la  izquierda, como Progresistas,la UP, Partido comunista, Marcha patriótica y destacadas figuras de la intelectualidad, con una trayectoria de lucha contra la impunidad, la violencia y la corrupción en nuestro país, este agrupamiento hacia el centro del espectro político crea una alternativa real para que este bloque obtenga importantes resultados en las elecciones de marzo.

El Polo democrático luego de la retirada de algunos senadores y sectores de izquierda, se ha quedado con su órbita girando alrededor del destacado senador Jorge Robledo del Moir, Dussan y otras importantes figuras como Ivan Cepeda, Wilson Arias, Alexander Lopez, Germán Navas Talero, Alba Luz Pinilla con los acumulados de las batallas que en Colombia se libran por los derechos humanos, la tierra, las víctimas, y minorías que en las sumatorias de la búsqueda de la justicia, resultan ser las grandes multitudes en el país.

De esta panorama se espera un acontecimiento trascendental que como la mayoría de  colombianos deseamos se culmine en el proceso de paz, que permita una nueva realidad para el país, en la construcción de una verdadera democracia constituyente de nuevos acuerdos,  superando la  endémica e inocua guerra, y hacia la construcción de procesos y cambios en el modelo económicos y de desarrollo, por vías democráticas como viene sucediendo en algunas otras democracias de América Latina.

Archivo Periodico el diario. Multitudes indignadasPlaza de Bolivar Tunja
En otro terreno, en Tunja en mi condición de concejal de PDA, enfrento una destitución que me impone la Procuraduría por tres meses, en un acontecimiento ajeno a mi labor constitucional de salvaguardar  ética, la moral administrativa, y el patrimonio público “del común” en lo cual me he empeñado en solitario, con algunos jueces en una lucha contra la corrupción sin el acompañamiento de este mismo organismo de control, que hoy paradójicamente me sanciona por moral administrativa por utilizar el término “lagartos de profesión”, en un artículo del Periódico del Diario de (Boyacá), aludiendo a un texto de análisis de verdades locales y  de carácter político. Ver articulo

De esta forma, preparamos nuestra voluntad para enfrentar los acontecimientos en este nuevo año, apoyando las luchas sociales, políticas y electorales como siempre sumándonos al grito, al enjambre de  multitudes de indignados que día a día crece en Colombia, por las transformaciones que se requieren para hacer de hombres y mujeres con derechos reales, calidad de vida, bienestar, justicia y felicidad.