Una enfermedad recorre el mundo, y se llama mercado; nada mas desgarrado a los hechos culturales y a las expresiones simbólicas del pueblo boyacense, que el XXXV Festival de la Cultura, promovido con este nombre; lo que se expone en dicho festival, nada tiene que ver con expresión de las luchas y el sufrimiento de los hombres y mujeres de esta tierra, no existe expresión del arte local por que sencillamente no existe políticas culturales ni artísticas que se expresen en el XXXV Festival de la Cultura, somos extranjeros en nuestros propio territorio, otros hablan por nosotros, el Show de artistas extranjeros, solo es eso, un evento taquillero, y un bárbaro ejemplo de reproducción de el mercantilismo y enajenación de comunidades que se han quedado huérfanas de apoyos estatales, para crear y recrear el derecho que tienen los pueblos a subjetivizarce, a elevar su condición humana, sus valores superiores y la posibilidad de que a través de la cultura se construya un escenario de critica y confrontación a la aplastante dominación ideológica que se deriva del mesianismo, la manipulación de comunidades desvalidas, vulnerables, necesitadas, con todo el campo abierto para que todo bárbaro con recursos públicos pueda hacer y deshacer en nombre de lo nuevo, de lo alternativo, de lo libertario, nada mas lejos a esta realidad que lo que expresa Jorge Eduardo Londoño, es su calidad de gobernante convirtiendo los hechos de la administración publica en un ejercicio de virtudes individuales, mesiánicas, manipuladoras con un alto contenido de intolerancia con el débil y servilismo con el poderoso, esto es lo que debe entenderse como una clara reproducción de la ideología dominante que toma fuerza con la llegada de Uribe en el poder, Londoño no tiene la misma capacidad de altanería pero ha reproducido las mismas formas de gobernar de los últimos cinco años, estos hechos como todo quehacer dialéctico conducen a las mas atrasadas formas de la expresión política, por ello es que los lenguajes de la política, de la cultura y de la ideología son inseparables, son parte de un todo que conduce a grados elevados de masificacion y enajenación, que finalmente da sus réditos en batallas como la actual coyuntura electoral, con masas adiestradas, conductizadas, cleintelizadas incapaces de observar la tragedia a la que son sometidas, ese es el triunfo del discurso ideológico de la derecha imperante, que todo lo hace ver al revés, la corrupción la convierte en virtud, el trafico de influencias como sucede a plena luz del día en esta campaña electoral, en audacia, y los peores crímenes en un acto de nobleza de perdón y confesión, se consolida así el menos de los mundos aptos para la creación, para el arte, para el disfrute de lo simbólico en la cultura, la ruptura real del individuo da paso a la falsa armonía, la fragmentación de la sociedad y el estado da paso a la aparente unidad de los contrarios, esto en su conjunto convierte al mercado en el triunfador y lo que antes fueron los escenarios para la música, hoy vuelven a su estado natural de templos de profunda religiosidad, como la iglesia San Ignacio de Tunja, donde se expresaba la poesía, y todo tipo de literatura, hoy se convierte en vitrina taquillera para vender la boleta para el concierto de Ricardo Arjona, (filosofo de la juventud) y así hasta el infinito, nada mas ni mejor puede caricaturizar este XXXV Festival de la Cultura, que su promotor un hombre inculto, pero habido de negocios como Miguel Ángel Molina, que no distingue entre un corrido prohibido de los Tigres del Norte, y una Sinfónica de Beethoven o entre la poesía de el Indio Rómulo y los Romanceros de Federico Gracia Lorca, nada mas bárbaro que la imagen de un negociante manejando los destinos culturales de un departamento que se pierde en la carencia de símbolos que nos representen que nos hagan sentir que pertenecemos a un mundo contradictorio, complejo al cual tenemos que superar para llegar algún día a ser cultos.
En este transformismo que se esta viviendo, paso a segundo plano el mundo real como es el de la crisis de los paperos, que representara en lo inmediato un verdadero problema para los productores que están entrando en la puerta de un nuevo ciclo de empobrecimiento, de características severas, demostrando que no existe ninguna política para los productores en el departamento, el mundo real demostró que la bandera de Jorge E. Londoño como fue el turismo fracaso con la entrega de este sector en crisis, sin que exista un vinculo con los enormes esfuerzos que se hicieron en infraestructura, a costa de lo social, la ruptura con un plan de desarrollo estructurado que nos saque de la profundización de la pobreza y la exclusión hoy mas que nunca se hace evidente, el debate frente a lo que significa este mundo real apenas comienza y el Polo Democrático tiene hoy la enorme responsabilidad de destruir el mito, de luchar por la verdad, asumir los retos de campañas abiertamente hostiles al Polo Democrático en el departamento en donde se suma la ambigüedad de muchos de sus dirigentes, que hoy se mimetizan en otros sectores, sacrificando un verdadero proyecto alternativo, con ideario, tesis y programa propio, lo que es algo indino pero necesario en la lucha dialéctica por la depuración de lo viejo, por el posicionamiento de lo nuevo en todos los sentidos, en una lucha intelectual, política, ideológica y cultural que se tiene que presentar en Boyacá para bien de sus gentes.
* Pintura: "Recolección de papas, cinco figuras". Minot
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente y opine, enriquezca el debate