El segundo bicentenario de una larga lucha por la independencia y la libertad.
Al iniciar este XIV congreso de historia en la ciudad de Tunja, nada mas oportuno que traer al presente un ensayo inédito, del profesor ARMANDO SUESCUN presentado ante los niños de los colegios en Tunja, son 13 cortas paginas, en donde nos explica el papel que jugo la provincia de Tunja en el periodo 1810 1819.
La primera constitución republicana dice el profesor Armando nació en Tunja, el 9 de diciembre de 1811, fue hecha para la provincia de Tunja, que como sustento declaraba su rebeldía ante cualquier autoridad extranjera, específicamente ante los poderes españoles.
En contraste en este periodo agitado del grito de independencia, la provincia de Cundinamarca se declaraban monárquica, y dependientes del rey de España, fue secundada por las provincias de santa marta y pasto, esta ultima provincia se aliaria en 1816 al ejercito invasor de Morillo, en contra del ejercito libertador, de allí el estigma de despistados.
Es de destacar, nos enseña el profesor armando, que los rebeldes pagaron con sus vidas, la osadía de haber buscado su independencia y libertad, frente al régimen colonial, dirigentes de las nuevas repúblicas confederadas, fueron asesinados en la reconquista española, y fueron un legado que hasta nuestros días los académicos oficiosos del régimen le han ocultado a todas las generaciones. Uno de los periodos mas importantes de la historia ha sido descalificado con claras intenciones ideológicas como el de patria boba, y es precisamente el mismo periodo que le dio nacimiento al estado de derecho y a muchas de las instituciones que hoy nos rigen como son la separación de los poderes públicos, llámense ejecutivo, legislativo y judicial.
Campesinos humildes y descamisados fueron a la guerra, muchos del altiplano cundiboyacense, la meta liderada por Bolívar era expulsar al invasor, como finalmente sucedió el 7 de agosto de 1819, Tunja fue una provincia rebelde y profundamente libertaria como no lo demuestra la cronología de hechos y mártires, reseñados por el insigne docente Armando Suescún.
¿Qué papel cumple hoy la historia, cuando ha sido contada por mentes oficiosas del régimen, que han silenciado el fuego y la llama revolucionaria de estos hechos durante 200años?
¿Qué puede aprender los niños y jóvenes de nuestras instituciones educativas, cundo sus mismos docentes, no han hecho lo suficiente por escudriñar el papel transformador de estos hechos históricos, para que sirvan de llama para un presente que se destruye lo que hace 200años costo vidas y fue un sueño?.
¿Porque la Tunja rebelde de hace 200 años, se perdió para las generaciones y el tiempo la ha conservadurizado, las ha hecho reaccionarias, una clase política que solamente ha trasferido valores a la juventud de corrupción, bandolerismo con los recursos públicos, y un traslado infame de valores de cobardía, y desprecio por el sentido del sacrificio, legado que como un tesoro dormita y que lo demostraron los descamisados campesinos e intelectuales que fueron a la guerra por la libertad?
Tal vez el XIV congreso colombiano de historia nos sirva para prender esa llama que significa mirarnos a través de la historia, para emprender con valor este segundo grito de independencia por las libertades ciudadanas y la búsqueda de un estado que represente a los hombres y mujeres de nuestra maltrecha república. Debemos quitarle la palabra y la memoria de la historia, a los parásitos que han vivido de tergiversarla. La tarea debe ser ponerla al servicio de la noble causa de servir como un bien publico a los colombianos y ala clase trabajadora en general.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
CONCEJAL DE TUNJA.
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