El matadero de Tunja, va a cumplir sus primeros 15 días de cierre definitivo y aun no hay quien responda por los daños que le está causando a la oferta de carne en la ciudad, aunque los precios se mantienen en poco tiempo según los peseros de la ciudad de Tunja, la libra deberá subir en cerca de $8 pesos, para compensar los $150.000 que vale el sacrificio y transporte de la carne desde Paipa es decir $60.000 más que pagaran los usuarios.
En la actualidad los 34 trabajadores, que laboraban en la planta del sur de la ciudad, están de brazos caídos, y la administración del alcalde Arturo Montejo, aun no ha dado ninguna explicación al respecto, para responder por la situación de estas familias afectadas con el cierre.
El alcalde ha perdido toda credibilidad con la Corporación autónoma de Boyacá, y peor aun con el procurador agrario, quien según lo dicho por estos, el alcalde no solo incumplió con las exigencias que se le habían pedido, especialmente en la adecuación de algunas obras y la planta de tratamiento de aguas residuales lo que motivo el cierre de la planta de sacrificio.
Los trabajadores no quieren hoy saber de actos demagógicos que continúen con el engaño, ellos se reunieron con el director de Corpoboyaca, y están avanzando en una mesa de trabajo, para que en un entendimiento directo con los organismos de vigilancia sanitaria y de control, se concerte una agenda de trabajo y se propenda por redireccionar la planta, permitir su apertura, devolviendo credibilidad y con el liderazgo de los mismos trabajadores, se cumplan los temas ambientales mientras se surte el proceso de reubicación en la cual esta administración no ha movido un solo dedo.
El ejemplo lo dan los trabajadores de la plaza de mercado del sur quien apesar del olvido del alcalde, con esfuerzo propio han mejorado la plaza y le están dando rendimientos a la alcaldía de Tunja.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ. CONCEJAL PDA.
En la actualidad los 34 trabajadores, que laboraban en la planta del sur de la ciudad, están de brazos caídos, y la administración del alcalde Arturo Montejo, aun no ha dado ninguna explicación al respecto, para responder por la situación de estas familias afectadas con el cierre.
El alcalde ha perdido toda credibilidad con la Corporación autónoma de Boyacá, y peor aun con el procurador agrario, quien según lo dicho por estos, el alcalde no solo incumplió con las exigencias que se le habían pedido, especialmente en la adecuación de algunas obras y la planta de tratamiento de aguas residuales lo que motivo el cierre de la planta de sacrificio.
Los trabajadores no quieren hoy saber de actos demagógicos que continúen con el engaño, ellos se reunieron con el director de Corpoboyaca, y están avanzando en una mesa de trabajo, para que en un entendimiento directo con los organismos de vigilancia sanitaria y de control, se concerte una agenda de trabajo y se propenda por redireccionar la planta, permitir su apertura, devolviendo credibilidad y con el liderazgo de los mismos trabajadores, se cumplan los temas ambientales mientras se surte el proceso de reubicación en la cual esta administración no ha movido un solo dedo.
El ejemplo lo dan los trabajadores de la plaza de mercado del sur quien apesar del olvido del alcalde, con esfuerzo propio han mejorado la plaza y le están dando rendimientos a la alcaldía de Tunja.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ. CONCEJAL PDA.
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