Está en peligro
Ya está perdida, botada
Miran para los lados, nadie los mira
Su cara es de nadie
Sus ojos de sufrimiento
Nadie, nadie la mira
Están en los carros
Debajo de las llantas
Llevan una carga que los aplasta
Los humilla
Esta niñez está perdida
Y su soledad
De cuchillos los ensartan, las flores
En su pecho
Los malditos, están firmando el último negocio
Se reparten la sangre de los niños
Los bandidos están sacando
Sus últimas gotas de sangre
Ya nada importa, los malditos están gobernando
Disfrazados
Perfumados
Doctorados
Ya nada importa
Cuantos niños más
Se necesita que su propia mano ensarte el cuchillo
Que la soga apriete su frágil cuello
Que el veneno reviente sus tripas, cuántos niños
Cuantos suicidios en esta ciudad de roca
De mierda sesionando,
De criminales trayéndole la noche
de asesesinos cargando de furia la tormenta
Llenando de fuego sus cuadernos
Sus dibujos llenos de cuchillos sanguinarios
De sangre el blanco papel
Te mataste, María Andrea
Ya van 4,5,6
Vendrán más niños invisibles
Miseria amontonada
Cuantos más, cuantos más
Deben cruzar el umbral del dolor
Para acabar el dolor
¡oh pequeños¡
Que tanta dulzura derramada
Miradas, perdidas
Rincones oscuros de llanto
Niños viejos
Niños de la muerte
Niños, niños.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ