Es necesario que los boyacenses conozcan algunos datos financieros de la Empresa de Energía de Boyacá. Desde el años 2007 al 2009, la empresa ha acumulado utilidades netas de $150.000 millones de pesos, adicionalmente sus activos se han incrementado en $52.000 millones y los pasivos del proceso del saneamiento contable se han reducido en $45.000 millones
El flujo de efectivo EBITDA, se ubico entre los $70.000 millones y $78.000 millones, según los estándares internacionales, el valor de una empresa se tasa entre 10 y 12 veces este indicador, es decir que hoy dicha empresa su valor real está entre los $700.000 y los $840.000 millones de pesos, casi tres veces a lo que el gobierno la quiso vender en el año 2007.
Quien se hubiese hecho a la propiedad accionaria de la Ebsa, la hubiera pagado en 6 años, lo cual demuestra la subvaloración y daño al patrimonio y la moral administrativa de los colombianos y en particular al de los boyacenses. Afortunadamente existen normas como la ley 472 de 1998, con la cual logramos con los trabajadores y organizaciones sociales evitar dicho daño al bien común, como si sucedió y a sucedido con otras empresas boyacenses por la rapaz e indigna condición de la clase política regional, que han permitido los peores vejámenes en contra del departamento.
Son los juiciosos análisis de jueces y magistrados quienes actuando en derecho con sus fallos han evitado que perdamos la última empresa que nos pertenece, lo que la politiquería y la corrupción han querido destruir, como lo quiso hacer Uribe, la justicia lo ha restituido. No soy quien para alabar gestiones que son obligación de todo servidor público, rechazo las posturas de quienes pretenden que se venda la EBSA, porque allí existe una bandera en defensa del territorio, de una verdadera identidad y del empleo. Lo peor que le puede suceder a la Ebsa es la llegada de la satrapía, que la convierta en fortín politiquero y con esto facilitarán su privatización.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
Actor popular en defensa de la EBSA.
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