El sector oriental de la ciudad de Tunja, se convirtió en el mayor de las áreas de especulación del precio del suelo y un atractivo de constructores y desarrollos instituciones; el relleno las cárcavas en el sector es de tal magnitud que estas anochecen y no amanecen, esto a raíz de la entrada en vigencia de doble calzada, y desarrollos viales, como la Avenida de la Gobernación.
Curadurías, urbanizadores, empresas de servicios públicos y municipio se unieron en una causa común, permitir el despliegue de
desarrollos urbanísticos, sin control, sin respeto por las débil regulación del
POT; y sus áreas de amenaza con afectaciones sobre áreas de recarga del acuífero
en flancos sinclinales, como es la que pertenece al aeropuerto plano P- 15, donde aún sobreviven algunas plantas que
detienen procesos erosivos, pero que de manera inesperada se están talando por intervenciones que se desconoce su
procedencia ya que de las mismas carece de aviso público sobre la destrucción del poco bosque
que allí existe.
Es de
recordar que en el Plan de desarrollo 2012 – 2015, del alcalde Flórez, se pretendio entregar a desarrollos del ejército para proyectos aeronáuticos, que por desarrollos urbanos en el área son prácticamente
imposibles. Sin embargo la aereocivil se negó a entregar información sobre la el
estado actual del predio, su situación jurídica y el comodato que existe con el
municipio de Tunja, y que abarca 49 hectáreas.
Es necesario
que la administración de Tunja, responda
por lo daños ambientales que se presentan en la zona de alta fragilidad, en el marco de la revisión
del POT; lo que estaría llevando a que intereses oscuros quieran adelantarse a
lo que el Concejo municipal deberá revisar y pronunciarse próximamente del futuro de este sector importante de la
ciudad, convertido por el uso, en una área de esparcimiento, deportiva y
recreativa de la ciudad
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