Walter Benavides y Plinio Hernández Candidatos PDA. Camara y Senado |
Ningún sector de la vida política y social del departamento
de Boyacá tiene la legitimidad para llegar a reclamar un derecho de pedir votos y de llegar al congreso como son los campesinos
de nuestro departamento.
En sentido estricto son agropecuarios, es decir en su vida de
productores son desde productores de legumbres, tubérculos , frutas, verduras hasta productores
de leche, carne, huevos, el campesino de Boyacá desde su pequeña unidad agrícola
familiar, 560.000 según informe http://eldebateboyacense.blogspot.com/2013/01/boyaca-la-planificacion-del-territorio.html, se dividen el trabajo entre padres e
hijos, una economía donde concurren todos a prestar sus manos, para lograr los
ingresos que a la hora de hacer las cuentas resulta ser mucho trabajo.
Esta economía es la que está desapareciendo, es la que fue
golpeada desde 1991, con la apertura de Gaviria, que entro como una langosta a
la región, devorando literalmente cebada, trigo, maíz, alverja, leche, café,
naranjas, plátanos en fin la economía campesina y finalmente la papa. Desde entonces todos los gobiernos, y sus respectivos congresos,
no han hecho otra cosa que aprobar tratados comerciales y recortar presupuesto
con destino al agro. El empobrecimiento era inevitable, multitudes de
campesinos huyeron del campo a la ciudad
cerca de 300 mil según Informes del Dane, abandonaron el campo en los últimos 20 años, 49
municipios de Boyacá perdieron población, la causa fundamental, correrle a la pobreza.
De esta miseria, alcanzaron a educarse en la universidad, Uptc de Tunja Cesar Pachón, Walter
Benavides y Plinio Hernández, una generación de hijos de campesinos que
vivieron el empobrecimiento de sus familias sufrieron, sembraron, cultivaron y perdieron.
Marcha Bogota. Paro Agrario 2013 |
Esta generación de campesinos no quiere repetir la historia de
sus padres, parten de un principio básico elemental siempre les han mentido, saben que las
desgracias están amarradas al fraude de una democracia en la que no creen,
nunca se les ha tenido en cuenta, por ello decidieron lanzarse a las vías,
retar al gobierno, paralizaron medio país, la contundencia del paro fue un mensaje
al régimen, pero este tiene aún demasiada fuerza, demasiada violencia para
responder, para reprimir por eso sigue firmando TLC.
Estos campesinos han decidido entrar en la cueva del lobo, y participar
en elecciones. Como un “crimen” han
descalificado su participación, cuando anunciaron
lanzarse a la presidencia, al senado y cámara, ¿quien ha dicho que esta clase
puede llegar a estas instancias?, en los últimos 20 años, este sector ha sido
explotado con la peor política asistencialista,
limosnas humillantes que entrega el Estado, a través del Sisben, familias en acción,
red unidos, cerca del 85%, de la población rural tiene algún vínculo en la focalización y
control político y social de la pobreza en Boyacá
No hay muchas salidas, la crisis del agro en regiones como Boyacá,
es la peor de su historia, por ello, el levantamiento social y la participación
política de este sector, es un ejemplo de la mayor legitimidad, y con un profundo sentido ético,
y de dignidad los campesinos han
entregado parte de su vida buscando
vivir en un territorio, pero hoy por sustracción de materia, por la
miseria y las pérdidas del mercado deben abandonarlo, es la esencia del conflicto,
hoy los campesinos dan un mensaje de organizarse para responder como clase y su participación en elecciones es parte de
ello, por esto hay que respaldarlos,
ellos lo merecen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente y opine, enriquezca el debate