Todos en el barrio temían que con las primeras lluvias de abril las casas se le vinieran encima, sin embrago no fe así, sólo se vino el muro, que les había costado a cada uno de los 280 habitantes $2.180.000 pesos.
El constructor, es decir la alcaldía a través del instituto de vivienda de Tunja ( INVITU), le dijo a los habitantes de Pinos de Oriente que se estaba exigiendo mas plata porque se requerían obras adicionales como el muro que se cayo con las primeras lluvias de abril, la señora Ana Isabel Gil, gerente de este instituto engaño al gobierno nacional, al presentar un proyecto al ministerio de ambiente y vivienda, con unos diseños y valores de obra que no se correspondían a la realidad para que le hicieran la adjudicación de los subsidios .
Todo mundo sabe en la ciudad que las tierras a donde se ubico a esa pobre gente, es una ladera la mas inclinada de todas las laderas de la ciudad; la pregunta que se hacen todos los tunjanos es ¿no hay mas tierra, no existen otros sitios para ubicar vivienda para pobres, es decir de interés social, con los miserables subsidios que da el gobierno nacional? La respuesta la vinimos a saber de boca de la misma hábil gerente del invitu, en Tunja no hay tierra para construir vivienda para pobres, todas están en manos de terratenientes y constructores que especulan con el valor del suelo, e hicieron prohibitivo la vivienda para estratos uno y dos.
El pleito en el fondo hay que aclarárselo a la opinión publica, y es que desde que se sacaron las nomás de ordenamiento urbano, el municipio debió haber pensado en crear un banco de tierras, que permitiera luego declararlas de utilidad publica y destinarlas para vivienda e interés social, en mejores sitios de la ciudad, es un uso restringido a los particulares que lo permite la ley 388 de 1997, sin embargo no se hizo. Posteriormente el Plan de Ordenamiento Territorial dejo sin reglamentar esta materia consolidando la injusticia; son algunos constructores particulares los beneficiados quienes se lucran construyendo barrios y viviendas de mala calidad, captando rentas o plusvalías que finalmente se traducen en una costosa vivienda de estrato tres y cuatro.
El valor del suelo, solo es una parte de los costos que excluye a los de Pinos de Oriente; como es gente desempleada, vendedores ambulantes, madres cabeza de familia etc. Nuestra hábil funcionaria Ana Isabel, se asoció con una corporación que posteriormente se volvió cooperativa de Bogotá, que no es otra cosa que una sociedad de fachada para hacerle unos créditos, a los beneficiarios, dicho crédito haciende a la suma de seis millones de pesos, que se le desembolsa a una firma constructora de nombre CIPROC, de Tunja quienes con un contrato irregular construyen actualmente las casas de pinos de oriente y que parece son los verdaderos dueños del proyecto.
Muchos de estos habitantes, se han colgado de sus cuotas, tampoco han querido aceptar la trampa de pagar mas por una vivienda de mala calidad que vale mucho menos, la señora Ana Isabel les ha obligado a firmar unos pagares, para entregarles las escrituras y la vivienda, se han constituido Minutas mañosas, algunos periodistas con la pauta aun en el bolsillo adelanta una campaña contra sus habitantes tratándolos de tramposos y a sus dirigentes de promover la cultura de no pago, la peor desgracia antes de que arrecien las lluvias de abril y se puedan caer las casas estaba por venir, y es que nuestra hábil funcionaria con la cooperativa, acaban de vender la cartera a la banca comercial, y los planes de embrago y desalojo no tardan. Los habitantes del barrio cuentan que han visto a un candidato a la alcaldía desde que se inicio el proyecto, que recorre el barrio, es como un fantasma. Todos se preparan para que este próximo domingo el concejal José Estupiñán, baya con el cura que siempre lleva y haga una rogativa para que se demoren las lluvias de abril.
PEDRO PABLO SALAS
Concejal PDA Tunja.
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