Al alcalde Arturo Montejo, el poco encanto que le queda con el verbo, no se sabe si doblegue la voluntad de los que aun faltan por firmar, Arturo el simpático ha dado curso en muchos sectores, a un alcalde antipático, y esta adporta de generar una de las frustraciones colectivas más grandes de los últimos tiempos en la ciudad.
Fue muy buena la gestión que hizo, ante el principal verdugo del seguro social, ALVARO URIBE por lo menos para que nos diera el honor de quedarnos con una parte de la victima, el Centro de Atención de Tunja hoy PAS. Arturo, ha tratado de ser bombero y apaga fuegos que lo amenazan día y noche en devorarlo, Arturo no puede dejar que le arda la pradera, su promedio de ejecución presupuestal en el 2008, de cerca del 60% no lo deja bien parado, ni la culminación de los contratos que le dejara su antecesor, con toda laya de contratistas corruptos y mañosos, que no han entregado las obras y se han convertido en un grave problema de inmoralidad publica como nunca lo había vivido Tunja. Solo basta señalar el miserable estado del parque cultural del bosque de la república, los pobres obreros que limosnean en la Plaza de Bolívar por que VICTOR AGUDELO SANTANDER el contratista del Colegio Silvino Rodríguez, el mismo de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, no les ha cancelado a trabajadores, maestros, proveedores. Los que se robaron la plata de los senderos del rio Jordán, en fin no quedaron obras sino pleitos que se convierten en un problema de responsabilidades fiscales para el municipio de Tunja, mas allá de las dolencias que hoy se tienen con las victimas de estos actos bajos de corrupción que hubo con el empréstito, aun no ha llegado castigo para los que firmaban contratos embriagados en las tabernas.
Las habilidades del alcalde Arturo, de no firmar las actas ni los compromisos que adquiere con las comunidades, en los cabildos populares, en las reuniones de despacho, etc. tienen un límite en la paciencia de los líderes barriales, y entre sus propios amigos. La creatividad del Alcalde para generar un programa de soluciones para que los mas humildes de la ciudad, pudieran resolver las lacras que los afectan, no ha sido posible, y la ciudad se le va entre las manos a Arturo como el agua, las plazas de mercado mueren en su rostro, no ha podido resolver el problema de la administración, de estos centros de abastos, le esta incumpliendo a todos, incluyendo a los organismos de control con el problema de Pinos de Oriente, lo que se le puede convertir en un ciclón. La vieja ciudad, presiona, los clientelistas aprovechan el cuarto de hora, su equipo de gobierno es inconsistente y las contradicciones de este grupo, dan la impresión de un lamentable cuadro, de ir sin rumbo al precipicio, al fondo de la caverna.
El día en que alcalde ARTURO, se tome en serio la palabra, dejará de sonar el tic tac, de esas firmas que aunque no son votos, si son una muestra de su impopularidad.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
Concejal Tunja
Polo Democrático Alternativo
Fue muy buena la gestión que hizo, ante el principal verdugo del seguro social, ALVARO URIBE por lo menos para que nos diera el honor de quedarnos con una parte de la victima, el Centro de Atención de Tunja hoy PAS. Arturo, ha tratado de ser bombero y apaga fuegos que lo amenazan día y noche en devorarlo, Arturo no puede dejar que le arda la pradera, su promedio de ejecución presupuestal en el 2008, de cerca del 60% no lo deja bien parado, ni la culminación de los contratos que le dejara su antecesor, con toda laya de contratistas corruptos y mañosos, que no han entregado las obras y se han convertido en un grave problema de inmoralidad publica como nunca lo había vivido Tunja. Solo basta señalar el miserable estado del parque cultural del bosque de la república, los pobres obreros que limosnean en la Plaza de Bolívar por que VICTOR AGUDELO SANTANDER el contratista del Colegio Silvino Rodríguez, el mismo de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, no les ha cancelado a trabajadores, maestros, proveedores. Los que se robaron la plata de los senderos del rio Jordán, en fin no quedaron obras sino pleitos que se convierten en un problema de responsabilidades fiscales para el municipio de Tunja, mas allá de las dolencias que hoy se tienen con las victimas de estos actos bajos de corrupción que hubo con el empréstito, aun no ha llegado castigo para los que firmaban contratos embriagados en las tabernas.
Las habilidades del alcalde Arturo, de no firmar las actas ni los compromisos que adquiere con las comunidades, en los cabildos populares, en las reuniones de despacho, etc. tienen un límite en la paciencia de los líderes barriales, y entre sus propios amigos. La creatividad del Alcalde para generar un programa de soluciones para que los mas humildes de la ciudad, pudieran resolver las lacras que los afectan, no ha sido posible, y la ciudad se le va entre las manos a Arturo como el agua, las plazas de mercado mueren en su rostro, no ha podido resolver el problema de la administración, de estos centros de abastos, le esta incumpliendo a todos, incluyendo a los organismos de control con el problema de Pinos de Oriente, lo que se le puede convertir en un ciclón. La vieja ciudad, presiona, los clientelistas aprovechan el cuarto de hora, su equipo de gobierno es inconsistente y las contradicciones de este grupo, dan la impresión de un lamentable cuadro, de ir sin rumbo al precipicio, al fondo de la caverna.
El día en que alcalde ARTURO, se tome en serio la palabra, dejará de sonar el tic tac, de esas firmas que aunque no son votos, si son una muestra de su impopularidad.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
Concejal Tunja
Polo Democrático Alternativo
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