La jornada del primero de mayo resulto muy participativa, y los cerca de cinco mil Boyacenses que marchamos hicimos de la jornada una de las mejores en los últimos años.
Al trabajo que lidero la CUT, esta vez en manos de Gustavo Montero que estrena nueva dirección rindieron frutos, se realizo mejor convocatoria, mas empeño y coordinación con los mismos sindicatos y con los sectores sociales no afiliado a la CUT y CGTD, como son los estudiantes, los sectores informales y organizaciones políticas como el POLO que se hizo presente ondeando la bandera amarilla, transportada por niños.
Aunque en Boyacá la beligerancia de otras regiones no es comparable, la rabia y frustración con las políticas del actual gobierno se hicieron sentir, como es la persistencia en la venta de EBSA, la crisis financiera de la Uptc, la crisis del sector agropecuario, el desempleo que agobia zonas mineras, despido masivo de trabajadores en el sector siderúrgico, todo esto con la precaria situación laboral y el desempleo que se toma las principales ciudades del departamento, colocan a Boyacá en el mismo escenario de la crisis que agobia al país en su conjunto, donde la miseria y la informalidad es lo único que se ve crecer en las estadísticas.
Se quiso llevar la marcha hasta el puente de Boyacá, en una demostración de sacrificio y grandeza por la campaña que se adelanta en el departamento especialmente las 250 mil firmas para defender la no venta de EBSA, pero el miedo de los mandatarios lo impidieron, finalmente la marcha se hizo al sitio de campamento de los transportadores donde solitarios aislados del casco urbano resisten, y dan la pelea contra un gobierno que se niega a escucharlos, los aísla, los divide y sin embargo entre el frio y los cerros escarpados los rostros curtidos de los transportadores quieren seguir dando al pelea que debería ser de todos por la reducción de la gasolina. La central de trabajadores de Boyacá, tiene varios retos y ha dado un paso adelante en liderar la lucha de los descamisados, de los hambrientos, de los excluidos de de la sociedad.
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Al trabajo que lidero la CUT, esta vez en manos de Gustavo Montero que estrena nueva dirección rindieron frutos, se realizo mejor convocatoria, mas empeño y coordinación con los mismos sindicatos y con los sectores sociales no afiliado a la CUT y CGTD, como son los estudiantes, los sectores informales y organizaciones políticas como el POLO que se hizo presente ondeando la bandera amarilla, transportada por niños.
Aunque en Boyacá la beligerancia de otras regiones no es comparable, la rabia y frustración con las políticas del actual gobierno se hicieron sentir, como es la persistencia en la venta de EBSA, la crisis financiera de la Uptc, la crisis del sector agropecuario, el desempleo que agobia zonas mineras, despido masivo de trabajadores en el sector siderúrgico, todo esto con la precaria situación laboral y el desempleo que se toma las principales ciudades del departamento, colocan a Boyacá en el mismo escenario de la crisis que agobia al país en su conjunto, donde la miseria y la informalidad es lo único que se ve crecer en las estadísticas.
Se quiso llevar la marcha hasta el puente de Boyacá, en una demostración de sacrificio y grandeza por la campaña que se adelanta en el departamento especialmente las 250 mil firmas para defender la no venta de EBSA, pero el miedo de los mandatarios lo impidieron, finalmente la marcha se hizo al sitio de campamento de los transportadores donde solitarios aislados del casco urbano resisten, y dan la pelea contra un gobierno que se niega a escucharlos, los aísla, los divide y sin embargo entre el frio y los cerros escarpados los rostros curtidos de los transportadores quieren seguir dando al pelea que debería ser de todos por la reducción de la gasolina. La central de trabajadores de Boyacá, tiene varios retos y ha dado un paso adelante en liderar la lucha de los descamisados, de los hambrientos, de los excluidos de de la sociedad.
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