Por estas épocas se discuten los presupuestos de la vigencia del año 2010, y por la entrada en vigencia de la ley de garantías por efectos de la reelección, los alcaldes están pidiendo facultades para contratar, comprometer vigencias futuras, modificar presupuestos etc,. en el caso de Tunja, que es aun mas dramático por rezagos en la ejecución y por la incorporación de recursos como los del empréstito que no estaban plantillados, ni existía una rigurosa planificación para su ejecución, lo que terminara mal.
Los entes territoriales, carecemos de información exacta sobre las dinámicas de nuestras poblaciones, sus necesidades, y por consiguiente la focalización eficiente y eficaz de los recursos. En los planes de desarrollo se cometen toda suerte de errores, por carecer de información rigurosa en donde intervenir, donde mas les duele a las comunidades, y la oportunidad de ubicar los recursos donde se superen estos rezagos, finalmente ese papel redistributivo le corresponde al estado, para acercar mas a los que las dinámicas de mercado los dejan por fuera de oportunidades de una buena salud, de una educación con calidad, y si se quiere de un asistencialismo que propensa por sacar a los pobres de la trampa de la pobreza y no hundirlos en ella.
Leyes de disciplina fiscal, como la 617 ajustaron las recursos a los mínimos, los excedentes descontando gastos de funcionamiento quedan para inversión, lo que en la practica se traduce en unos programas débiles, que no transforman ninguna realidad, a los grupos a donde se pretende llegar, han aumentado de manera vertiginosa las competencias a los entes territoriales, en programas donde antes el estado central respondía por ellos, ahora la totalidad de dinámicas de crecimiento de pobreza o expresiones de marginalidad social, como son el abandono y maltrato de la niñez, de la mujer, del adulto mayor, de juventudes drogadictas, alcoholizadas, discapacitados, desplazados, sin techo, ambulantes etc. son programas de resorte municipal, en el cual el estado central se desmonto con el recorte de transferencias.
Aceptar estas realidades, y transformar la estructura del estado en su conjunto es parte de las responsabilidades que tienen los sectores democráticos en Colombia, la defensa de entes territoriales fuertes, son parte de un debate de la descentralización real, donde los mandatarios regionales vuelvan a ser queridos por sus obras, y no repudiados por que lo poco que había se lo roban, o contratan con amigos poderosos, los recursos de la parroquia que es finalmente el cuadro de la tragedia.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
Concejal de Tunja.
Los entes territoriales, carecemos de información exacta sobre las dinámicas de nuestras poblaciones, sus necesidades, y por consiguiente la focalización eficiente y eficaz de los recursos. En los planes de desarrollo se cometen toda suerte de errores, por carecer de información rigurosa en donde intervenir, donde mas les duele a las comunidades, y la oportunidad de ubicar los recursos donde se superen estos rezagos, finalmente ese papel redistributivo le corresponde al estado, para acercar mas a los que las dinámicas de mercado los dejan por fuera de oportunidades de una buena salud, de una educación con calidad, y si se quiere de un asistencialismo que propensa por sacar a los pobres de la trampa de la pobreza y no hundirlos en ella.
Leyes de disciplina fiscal, como la 617 ajustaron las recursos a los mínimos, los excedentes descontando gastos de funcionamiento quedan para inversión, lo que en la practica se traduce en unos programas débiles, que no transforman ninguna realidad, a los grupos a donde se pretende llegar, han aumentado de manera vertiginosa las competencias a los entes territoriales, en programas donde antes el estado central respondía por ellos, ahora la totalidad de dinámicas de crecimiento de pobreza o expresiones de marginalidad social, como son el abandono y maltrato de la niñez, de la mujer, del adulto mayor, de juventudes drogadictas, alcoholizadas, discapacitados, desplazados, sin techo, ambulantes etc. son programas de resorte municipal, en el cual el estado central se desmonto con el recorte de transferencias.
Aceptar estas realidades, y transformar la estructura del estado en su conjunto es parte de las responsabilidades que tienen los sectores democráticos en Colombia, la defensa de entes territoriales fuertes, son parte de un debate de la descentralización real, donde los mandatarios regionales vuelvan a ser queridos por sus obras, y no repudiados por que lo poco que había se lo roban, o contratan con amigos poderosos, los recursos de la parroquia que es finalmente el cuadro de la tragedia.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
Concejal de Tunja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente y opine, enriquezca el debate