Se ha venido posicionando sectores captadores de rentas que hacen inflexible los costos que se traducen en una disminución de los salarios reales; la economía no es tan subjetiva y en ciudades como Tunja si bien no tenemos la información para hacer modelos, si podemos inducirnos por aportes teóricos valiosos hoy en debate y discusiones.
Los servicios públicos, se han convertido en un factor inflexible de costos, todos ellos privatizados como sucede en Tunja, esta dinámica de precios no tiene correspondencia con los ciclos de recesión y desempleo que afectan el conjunto de la economía y a la ciudad, como en la actualidad; en conclusión allí se presenta un debilitamiento de la demanda, por otros sectores incluyendo el del trabajo, que sí obedecen a leyes de mercado contrario a los monopolios que se presentan en la imposición de tarifas.
Mi debate porque en Tunja no se imponga un monopolio fuerte en el servicio de transporte obedece a abusos de los tomadores de rentas, que se convierten en verdaderos desfalcadores de los pobres salarios que se generan en ciudades pequeñas como la nuestra, sucede en el servicio de gas domiciliario, energía, incluyendo alumbrado publico, telefonía, pero especialmente en el servicio del agua, con un poder que el municipio no controla, ni los usuarios, de allí que preocupa el modelo que se esta imponiendo para que todos los Alcaldes de municipios de Boyacá, se matriculen de forma obligada a un modelo empresarial que esta imponiendo el gobierno para que la Superintendencia de Servicios Públicos, coordine un modelo de concentración de un recurso estratégico, como el agua, que independientemente del debate sobre su calidad se esta convirtiendo en un argumento para que los privados sean los prestadores de acueductos de municipios y veredas en el departamento de Boyacá como lo propuso recientemente la Súperintendencia en reunión con alcaldes.
No se ha permitido profundizar en los alcances que tiene el nombrado plan departamental de aguas, es claro que algunos alcaldes creyendo que existe allí de buena fe una oportunidad para mejorar recursos, lo cierto es que se los están quitando y los medios académicos no han aportado nada, en un debate que hoy esta en manos de inexpertos o asesores que tienen mas la intención de lucrarse y que conocen los alcances de la ley 142, en materia de hacer de los servicios públicos oportunidades de negocios. Se coloca la empresa Proactiva aguas de Tunja como modelo de prestación, lo que no se explica es el costo social, y el sacrificio de consumo de los asalariados, para saciar los apetitos de esta empresa. En el mismo sentido se deben analizar los efectos que traen las reformas de impuestos prediales y de industria y comercio en donde en Tunja para pagar los créditos bancarios, los alcaldes se convierten en otro factor de debilitamiento de los menguados salarios y por efecto debilitando demanda real. Son temas que deben analizarse en contextos teóricos, amplios y no simplistas, para ver sus verdaderos alcances y efectos.
Los servicios públicos, se han convertido en un factor inflexible de costos, todos ellos privatizados como sucede en Tunja, esta dinámica de precios no tiene correspondencia con los ciclos de recesión y desempleo que afectan el conjunto de la economía y a la ciudad, como en la actualidad; en conclusión allí se presenta un debilitamiento de la demanda, por otros sectores incluyendo el del trabajo, que sí obedecen a leyes de mercado contrario a los monopolios que se presentan en la imposición de tarifas.
Mi debate porque en Tunja no se imponga un monopolio fuerte en el servicio de transporte obedece a abusos de los tomadores de rentas, que se convierten en verdaderos desfalcadores de los pobres salarios que se generan en ciudades pequeñas como la nuestra, sucede en el servicio de gas domiciliario, energía, incluyendo alumbrado publico, telefonía, pero especialmente en el servicio del agua, con un poder que el municipio no controla, ni los usuarios, de allí que preocupa el modelo que se esta imponiendo para que todos los Alcaldes de municipios de Boyacá, se matriculen de forma obligada a un modelo empresarial que esta imponiendo el gobierno para que la Superintendencia de Servicios Públicos, coordine un modelo de concentración de un recurso estratégico, como el agua, que independientemente del debate sobre su calidad se esta convirtiendo en un argumento para que los privados sean los prestadores de acueductos de municipios y veredas en el departamento de Boyacá como lo propuso recientemente la Súperintendencia en reunión con alcaldes.
No se ha permitido profundizar en los alcances que tiene el nombrado plan departamental de aguas, es claro que algunos alcaldes creyendo que existe allí de buena fe una oportunidad para mejorar recursos, lo cierto es que se los están quitando y los medios académicos no han aportado nada, en un debate que hoy esta en manos de inexpertos o asesores que tienen mas la intención de lucrarse y que conocen los alcances de la ley 142, en materia de hacer de los servicios públicos oportunidades de negocios. Se coloca la empresa Proactiva aguas de Tunja como modelo de prestación, lo que no se explica es el costo social, y el sacrificio de consumo de los asalariados, para saciar los apetitos de esta empresa. En el mismo sentido se deben analizar los efectos que traen las reformas de impuestos prediales y de industria y comercio en donde en Tunja para pagar los créditos bancarios, los alcaldes se convierten en otro factor de debilitamiento de los menguados salarios y por efecto debilitando demanda real. Son temas que deben analizarse en contextos teóricos, amplios y no simplistas, para ver sus verdaderos alcances y efectos.
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