Porque Uribe no viene a entregar las viviendas de la Estancia del Roble.

Eran 360 apartamentos, y cerca de 40 casas, las familias felices, que este 6 de agosto recibirían, de manos del presidente Uribe las llaves, hace un mes el alcalde reunió a 400 personas, después de arengar contra un grupo de concejales, les adjudico el apartamento y su casa. Cuándo los felices adjudicatarios, fueron a verificar su vivienda, los pocos que lograron entrar encontraron que la torre donde está su apartamento aun no ha sido construida, y que su casa esta aun lejos de terminar. No hay que olvidar que el retraso perjudica a familias que tienen que pagar el crédito y arriendo.
El retraso tiene una explicación y es que a pesar del monto de subsidios, que los contribuyentes tunjanos y del departamento le han aportado al proyecto, los subsidios del gobierno solo cubren el 35% del valor total de la vivienda, una miseria de la política de Uribe en esta materia. De allí que el lazo se esté rompiendo por su parte mas débil, y es el hecho de excluir a los pobres, de un proyecto que fue construido inicialmente para ellos supuestamente por ser vivienda de interés prioritario, (VIP) es decir para los mas necesitados. Un caso que demuestra que se les viene sacando a codazos de dicho proyecto a las familias humildes, es la nota que el alcalde Arturo Montejo y el gerente de Eco vivienda Tunja, le envían al Fondo Nacional de Vivienda, con radicado No 4120-E1-5298, donde le piden sacar, del listado a 339 familias de desplazados existentes en la ciudad de Tunja que están registrados en Fonvivienda. No hay que olvidar que por sentencia de la corte dichas familias deben ser atendidas con prioridad en proyectos VIP.
La desgracia de ser pobres, no solo cobijo a los desplazados, en la misma lista han entrado los vendedores ambulantes, las empleadas del servicio, madres cabeza de familia, trabajadores de menos de un salario mínimo y quien lo creyera albañiles, quienes se han quedado por fuera del proyecto, ya que las entidades financieras no les aprobaron el microcrédito, para completar el valor de la vivienda, de 512 asignaciones de subsidio solo 202 han cumplido, con las exigencias de las entidades financieras y 310 se han quedado por fuera, este al parecer es el factor de retraso del constructor para cumplir con el desarrollo actual del proyecto, De esta manera la ciudad no resuelve socialmente el problema de vivienda y estas familias seguirán en manos de los avaros urbanizadores y mercaderes de cárcavas, con representación en el Concejo de la ciudad, sino que igualmente muchas de estas viviendas terminaran en manos de quienes no las necesitan, a través del testaferrato. Es necesario que el alcalde Arturo Montejo antes que adentrarse en nuevos negocios de vivienda de interés social, resuelva, adjudique y termine el actual.
Los dramas del proyecto no terminan allí, los barrios aledaños al proyecto están sufriendo inundaciones, con lodo y aguas negras. Dando un mal ejemplo, el constructor del proyecto hizo un relleno sobre el curso natural de una de las cárcavas, en el sector, las obras de urbanismo no tuvieron en cuenta el tratamiento de aguas lluvias, y se presenta un proceso de inestabilidad del suelo, que amenaza en convertirse en un dolor de cabeza, por el enorme proceso erosivo. La empresa Proactiva que presta el servicio de acueducto y alcantarillado, deberá responder por los retrasos en construcción y adecuación de los alcantarillados y las conexiones que se presentan a los interceptores, si esto es sin descargas como será cuando cerca de 1200 personas estén habitando el proyecto.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
Concejal de Tunja.