Según el Dane año 2005, en Boyacá viven en la ruralidad, 632.836 personas es decir el 47% de la población, la mayor parte de su población rural son campesinos, que atienden micro fundíos, con 3 vacas doble propósito por parcela. En total el departamento produce 1.600.000 litros de leche, y se procesa y vende en pequeña escala el 60% el resto se comercializa a pasteurizadoras.
El decreto 616 de 2006, del presidente Álvaro Uribe, prohibió la venta de leche cruda en cantina y fue más allá al prohibir el procesamiento de derivados lácteos, al autorizar al INVIMA el decomiso de queso y productos, que no tuvieran el respectivo registro y código de barras. Salían a volar las esteras, y todo el rebusque de cerca de 70 mil familias que en Boyacá directamente viven de la leche, queso, almojábanas etc, que al aplicarse el decreto de Uribe seria la ruina de la economía campesina, sobreviviente.
El actual gobierno del Presidente Santos, expidió el 27 de mayo de 2011, el decreto 1880 que restituye nuevamente la legalidad para que pequeños comercializadores y productores puedan volver a vender la leche cruda para hervir, manteniendo las condiciones sanitarias que se exigían en el Decreto 616 de 2006. Los intereses monopólicos de las pasteurizadoras que iban por el cien por ciento del mercado quedan suspendidos por ahora.
Las movilizaciones en las que participaron miles de campesinos a lo largo y ancho del país, dirigidas por el senador Jorge Robledo, sirvieron para que el actual Ministro en observancia a la realidad de lo que es la economía rural, revisara la medida y la cadena láctea popular pueda sobrevivir, lo que no restituye las cerca de 40.000 Ha de pastos, que en Boyacá se han perdido en los últimos 10 años, por perdidas en el hato, ante la caída de rentabilidad del sector.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
CONCEJAL PDA TUNJA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente y opine, enriquezca el debate