Ante la grave crisis de abastecimiento aun es posible una hambruna generalizada.
El debate político que sectores de la izquierda colombiana, encabezados por senadores como Jorge Robledo y analistas serios de la problemática nacional, quienes han advertido del riesgo de la aplicación del modelo de desregulación o libres importaciones en el sector agropecuario en los años 90, y en lo corrido de la década actual, hoy cobran mayor vigencia.
Estos son asuntos de verdades que se repiten hasta la saciedad, pero que finalmente nadie atiende, y una vez se sufren las consecuencias persiste la actitud de no reconocer el problema, es decir no se hace nada por cambiar el rumbo que conduce al abismo.
Es un escándalo que preocupa hoy a la gente honesta, el que el bulto de harina de trigo que en el año 2007 costaba $54.000, hoy este costando mas de $100.000, es decir un incremento del 100%, de valor en menos de tres meses. Hoy toda la cadena agroalimenticia, y las materias primas para elaboración de productos básicos de primera necesidad, están sufriendo unos escandalosos incrementos que superaran el 10%, del IPC que en conjunto tuvieron los productos de la canasta básica en el 2007.
Los aceites, las margarinas, los huevos, la leche y otros productos de primera necesidad, han tenido incrementos entre el 50%,y 80%, la bolsa de leche que en el 2007 se compraba a $1000 hoy cuesta $1800, los huevos de $200 hoy están a $350, etc. Es escandaloso que aun no exista una respuesta frente a lo que esta motivado semejante escalada alcista y los efectos que esto tiene en el poder adquisitivo de las familias, y cuales son las acciones que finalmente las entidades responsables de velar por el control de políticas de precios van a diseñar ante un posible agravamiento, de esta crisis de abastecimiento que no se sabe hasta donde pueda llegar.
Es evidente la dependencia de los factores externos en este fenómeno de oferta de alimentos, especialmente la dependencia de materias primas como el trigo para la producción de pan en el mercado domestico o del maíz, sorgo, soya en la producción avícola, producción de cranes etc. e igualmente la sustitución de estas materias primas con las cuales hoy se produce el biodiesel, sacrificando toda la cadena de oferta de alimentos.
Departamentos como Boyacá, quedan inermes frente a semejante tragedia, su descuartizada secretarias de agricultura quedo convertida en agente mediadora del gobierno central en distribución de subsidios para engañar campesinos inermes, y en el corto plazo no existe ni los recursos ni voluntad política que replantee el abandonó en el que se encuentra la otrora despensa cerealera del país.
Con un escenario de profundización de desabastecimiento, las autoridades tendrán que pensar en medidas de corto plazo, que eviten especulaciones de precios y que se propenda por reactivar mecanismos de choque de oferta, ya que de complicarse el escenario de desabastecimiento en los mercados internacionales, el pan nuestro de cada día, será bocado de reyes, y la africanización de nuestra dieta estará a la vuelta de la esquina.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
CONCEJAL DE TUNJA.
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