HACIA UN MODELO PROPIO, CON DIGNIDAD

En términos generales, el cumplimiento de la ley 152 del 94 y demás normas que reglamentan la Constitución Nacional, en cuanto a la participación ciudadana, son un ejercicio valioso y útil para acercar a la comunidad a los actos de gobierno y formular soluciones a problemas concretos, sin embargo, esto no puede ocultar el debate sobre la pérdida de la autonomía territorial.

Alcaldes, autoridades elegidas y comunidad han concurrido a los eventos para la formulación del plan de desarrollo departamental y se puede afirmar que la gobernación hace un esfuerzo en esta materia; finalmente se impone la solución concreta a problemas reales que afectan a la comunidad: las vías de acceso , la gasificación, la construcción de obras en acueductos y alcantarillado, la dotación de escuelas, el puesto de salud, problemas de titulación y otros temas que incluso involucran grandes debates como el tema de la minería, y el tema ambiental.

La deficiencia de los consejos provinciales es la falta de análisis en las políticas que involucren desarrollos a graves problemas estructurales, que requieren de una mirada profunda más allá de la solución concreta a un problema concreto, es decir. lo que involucra al departamento en el debate del desarrollo del modelo económico y las estrategias que se han adelantado y que se van a adelantar, desde la propuesta que hace la gobernación para los próximos cuatro años, como políticas publicas.

La crisis en el sector salud, que se pensó superada con la reestructuración de la red pública hospitalaria que adelantó Jorge Eduardo Londoño, demuestra que el esfuerzo de saneamiento financiero no resuelve el problema del acceso a la salud como un derecho, a pesar de la sisbenizacion del departamento, y hoy se tiene plena conciencia del fracaso de esta medida para sacar a los hospitales de su crisis.

En el mismo sentido, la pérdida de calidad y competitividad del sector educativo, especialmente por el hacinamiento en el aula escolar, el retroceso que ha sufrido la labor de los docentes del departamento es monumental; el diagnóstico en este sector coloca a Boyacá en fresca desventaja con otras regiones del país, y los resultados reales de la deserción escolar demuestran que son muy pobres los esfuerzos que se han adelantado en esta materia, aún si se quiere cumplir con las metas del milenio, se requiere un replanteamiento al esquema que se está adelantando.

El sector de la economía real, es decir los sectores productores de riqueza, como el sector agropecuario, han sufrido los efectos de políticas pro cíclicas; por un lado los elevados costos de los insumos para la producción que involucra los altos precios liderados por los de la gasolina, y por el otro, los bajos precios de mercado para renglones como los de la papa y legumbres que se producen en la región, los efectos han sido una pérdida millonaria para los productores, muchos de los cuáles están hoy siendo embargados por los bancos que les hicieron préstamos.

La minería, queda cada vez más como una actividad ajena al departamento, la extracción en bruto y la titularización de grandes extensiones de explotación que se hace desde el gobierno central a grandes capitales con la venia de la secretaría de minas departamental, demuestran que Boyacá ha perdido no solo el manejo, sino la posibilidad de beneficiarse de regalías, y fijar políticas ambientales que compensen al deterioro que tiene sobre recursos hídricos, y zonas de páramo. Contrasta esto con la alharaca mediática, de que Boyacá es una potencia en esta materia, pero que en términos prácticos no se está haciendo nada para corregir el deterioro de este valioso recurso.

Por ello se esperaba que el debate de la UPTC, fuese, más de la óptica de políticas, y la profundización que tienen los efectos para municipios y ciudades del departamento el recorte de transferencias, ley 1175 la nueva ley de contratación (1150), y el escenario crítico de la aprobación de un TLC. Sin embargo, sólo se hicieron algunos aportes frente al modelo turístico, la falta de planeación en este sector y su mirada exclusivamente mercantilista, sin involucrar a dichas políticas en un esfuerzo integral de desarrollo con las comunidades, es un turismo pobre, y en el mismo sentido se hizo reparos a la dirección que se le da a la mirada de la cultura en el departamento, donde se desconoce el verdadero valor cultural, histórico y la identidad de las provincias y del territorio.

Resultado de esta conjunción de factores: los boyacenses somos mas pobres hoy que hace 4 años, la subsidiaridad del departamento es un hecho que demuestra la perversidad de un modelo que clientelista, la pobreza a favor de unas políticas gubernamentales, del orden nacional, y en la cual se ha tenido fundamental respaldo en la anterior y ésta administración. Por ello es que al actual mandatario hay que exigirle cuáles son las políticas que en concreto ha trazado su administración para adentrarse en el cumplimiento de la agenda interna que traza el gobierno nacional, igualmente el plan 2019, el plan de desarrollo del gobierno Uribe, y las metas del milenio.

No sobra mencionar, que en la desgracia también se formulan negocios, el secretario de hacienda Raúl Cely, con el recorte de transferencias para acueductos y alcantarillados que sufrieron los municipios a partir de este año, ya formuló la salida consistente en crear una empresa que manejaría los recursos a través de su cartera, este tipo de actitudes acomodaticias se están implementando desgraciadamente en todos los sectores y no permiten replantear los efectos dañinos que van a tener que enfrentar los 123 alcaldes del departamento, ya que en promedio cada municipio perderá entre 400 y 500 millones de pesos.

Tal vez este miedo a enfrentar debates que vayan más allá del aplauso, motivo a que el gobernador José Rozo Millán no participara en el debate de la UPTC, se cuestiona que a pesar del bajo uso de muchos de los anillos turísticos que se construyeron con Jorge Londoño, estos estén hoy demostrando un grave deterioro, lo cual junto a hechos desafortunados de inversión de recursos, con un claro direccionamiento a beneficiar particulares, y la pésima planificación de muchas de estas inversiones , el discurso de la transparencia con el cual se ha querido vender la imagen de la anterior administración y actual, no resulte sino un falso distractor en el cual se oculta la malversación de millonarios recursos públicos incluyendo los del cuantioso endeudamiento y el crecimiento del desempleo y la miseria en los habitantes del departamento de Boyaca.

PEDRO PABLO SALAS HERNÁNDEZ.
CONCEJAL DE TUNJA.