La zona andina del país, ha tomado una importancia cada vez mas notoria para el gobierno de Uribe, los grandes proyectos ferroviarios y troncales viales, que conecten a Boyacá, con salidas al pacifico, a la costa atlántica, a la frontera con Venezuela, y Brasil no es casual aunque no sea nuevo ya que desde comienzos del siglo XX, varios estudios señalan a nuestro departamento como un Gran Potosí, con reservas en todos los minerales, no en vano por los años 50 se crea la siderúrgica mas grande del país, y se construyen infraestructuras para el desarrollo con capital estatal nacional, para el desarrollo de le región y el país.
A llegado el momento de la explotación, que los estudios se conviertan en mineral y este en dinero constante y sonante, solo que como están las cosas, como lo determinan las políticas del gobierno central, como lo establece el código de minas y quienes hoy están en la dirección de importantes cargos como el Ingeominas, la prioridad ya no son las ventajas comparativas, que nos dio la naturaleza para el desarrollo endógeno, para la competitividad y salir del atraso; todo apunta a reforzar el modelo de enclave minero, que contiene costos que nadie ni la actual política va a compensar, como es la destrucción del medio ambiente, de los paramos, de un recurso estratégico mas valioso que el mismo oro, como es el agua, y mirando el futuro la destrucción del hombre, de las comunidades y su entorno.
Hasta ahora la minería le a servido a muy pocos, Boyacá es un departamento de minería artesanal, que explota en condiciones anti técnicas, sin ningún acompañamiento estatal. Por eso llego la hora de la gran minería, de los capitales transnacionales, de los que si saben del oficio, solo que esta vez, ni el departamento gozara de regalías por que se han entregado grandes áreas como zona francas, donde la región no gozará de los recursos que requiere su destruido anillo vial.
En regalías Boyacá recibió en el 2008, solo mil quinientos millones de pesos de la explotación minera fuera del petróleo, e invirtió dos mil millones en incentivo a la minería que en realidad es pago en abogados, para resolver los pleitos de los títulos mineros, quedan los muertos y los lisiados, a estos últimos se les da un carnet del sisben mientras se mueren, y en épocas de bonanza, lo que abunda es la cerveza, la música norteña, y los Alcaldes de pueblos mineros, que contratan a Giovanni Ayala, para que les enseñe a “cantar hijueputas”, mientras la gobernación y la clase política del departamento se hacen a un lado, solo son espectadores que es la mejor forma de permitir que otros sean los que se enriquezcan y manden.
El tercer Encuentro por Boyacá, se propone profundizar en el presente y futuro de la minería, igualmente abordara el tema que involucra la posible Venta de la Empresa de Energía de Boyacá, EBSA.
Los esperamos este sábado 30 y 1 de febrero en la Fundación San Isidro.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
CONCEJAL DE TUNJA.
A llegado el momento de la explotación, que los estudios se conviertan en mineral y este en dinero constante y sonante, solo que como están las cosas, como lo determinan las políticas del gobierno central, como lo establece el código de minas y quienes hoy están en la dirección de importantes cargos como el Ingeominas, la prioridad ya no son las ventajas comparativas, que nos dio la naturaleza para el desarrollo endógeno, para la competitividad y salir del atraso; todo apunta a reforzar el modelo de enclave minero, que contiene costos que nadie ni la actual política va a compensar, como es la destrucción del medio ambiente, de los paramos, de un recurso estratégico mas valioso que el mismo oro, como es el agua, y mirando el futuro la destrucción del hombre, de las comunidades y su entorno.
Hasta ahora la minería le a servido a muy pocos, Boyacá es un departamento de minería artesanal, que explota en condiciones anti técnicas, sin ningún acompañamiento estatal. Por eso llego la hora de la gran minería, de los capitales transnacionales, de los que si saben del oficio, solo que esta vez, ni el departamento gozara de regalías por que se han entregado grandes áreas como zona francas, donde la región no gozará de los recursos que requiere su destruido anillo vial.
En regalías Boyacá recibió en el 2008, solo mil quinientos millones de pesos de la explotación minera fuera del petróleo, e invirtió dos mil millones en incentivo a la minería que en realidad es pago en abogados, para resolver los pleitos de los títulos mineros, quedan los muertos y los lisiados, a estos últimos se les da un carnet del sisben mientras se mueren, y en épocas de bonanza, lo que abunda es la cerveza, la música norteña, y los Alcaldes de pueblos mineros, que contratan a Giovanni Ayala, para que les enseñe a “cantar hijueputas”, mientras la gobernación y la clase política del departamento se hacen a un lado, solo son espectadores que es la mejor forma de permitir que otros sean los que se enriquezcan y manden.
El tercer Encuentro por Boyacá, se propone profundizar en el presente y futuro de la minería, igualmente abordara el tema que involucra la posible Venta de la Empresa de Energía de Boyacá, EBSA.
Los esperamos este sábado 30 y 1 de febrero en la Fundación San Isidro.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
CONCEJAL DE TUNJA.
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