Los boyacenses que habitan esta parte del departamento, se han dado cuenta tarde que el peaje se atravesó en el centro de una intensa dinámica de desarrollos, agrícolas y urbanos que se estaban presentando en el área de influencia del peaje, muchos de los tunjanos, que huyen del costo que significa vivir en Tunja, tienen propiedades y dinámicas agropecuarias, educativas, y empresariales, las mismas instalaciones carcelarias, se han visto impactados por el peaje entre Tuta, y Tunja pero con efectos sobre Combita y Sotaquira y toda su área de influencia.
El día viernes 29 de enero, se firmo un acta por un reducido grupo de personas que actuaron en nombre de más de 50 mil propietarios, con miles de viajes diarios, tanto de transporte publico, como privado y con una importante circulación de actividades, que hoy tendrán el costo de pagar el peaje. Por eso los Salarte, en coordinación con INCO establecieron su negocio en unos de los sitios de mayor intensidad de actividad del departamento, porque cuantificaron los recaudos que con el traslado del peaje, se iban a lucrar, el problema no era la evasión por Tuta el tema consistía en atravesársele al desarrollo de esta zona y de hecho lo han logrado por ahora.
El acuerdo firmado consistió en rebajarle al transporte publico, el 65%, del valor del peaje y cobrarlo en un solo sentido, costos que le serán trasladados a los usuarios, se entregaron 900 cupos para todos los municipios, es de aclarar que solo en Tuta se registran mas de 1000 autos, solo se tendrán en cuenta los carros de categoría 1, quedando por fuera todos los demás, solo se permite un beneficiario por familias, y mínimamente tiene que presentarse un registro por semana en el peaje, de lo contrario quedan excluidos del acuerdo, esto tardara cerca de tres meses, y la politiquería ya hace fiesta con los susodichos cupos.
De esta manera humillante los Solarte le impusieron a toda la comunidad de la zona su voluntad, obviamente contando con el apoyo de las autoridades y de unos cuantos dirigentes políticos que manipularon para que la ciudadanía no se manifestara, y el silencio cómplice del alcalde de Tunja, que no tuvo en cuenta que esto afecta una intensa dinámica de desarrollo, usos del suelo, que le clava un cuchillo a los campesinos, agricultores, estudiantes y toda la gente que circula por esta zona, que se genera empleo y se ocupa un territorio por sus propias gentes. Con estos daños, con los efectos económicos que se le trasladan a los ciudadanos tendremos que hacernos una pregunta obvia ¿a quien y a que intereses le esta sirviendo la doble calzada Briseño, Tunja, la y?
El día viernes 29 de enero, se firmo un acta por un reducido grupo de personas que actuaron en nombre de más de 50 mil propietarios, con miles de viajes diarios, tanto de transporte publico, como privado y con una importante circulación de actividades, que hoy tendrán el costo de pagar el peaje. Por eso los Salarte, en coordinación con INCO establecieron su negocio en unos de los sitios de mayor intensidad de actividad del departamento, porque cuantificaron los recaudos que con el traslado del peaje, se iban a lucrar, el problema no era la evasión por Tuta el tema consistía en atravesársele al desarrollo de esta zona y de hecho lo han logrado por ahora.
El acuerdo firmado consistió en rebajarle al transporte publico, el 65%, del valor del peaje y cobrarlo en un solo sentido, costos que le serán trasladados a los usuarios, se entregaron 900 cupos para todos los municipios, es de aclarar que solo en Tuta se registran mas de 1000 autos, solo se tendrán en cuenta los carros de categoría 1, quedando por fuera todos los demás, solo se permite un beneficiario por familias, y mínimamente tiene que presentarse un registro por semana en el peaje, de lo contrario quedan excluidos del acuerdo, esto tardara cerca de tres meses, y la politiquería ya hace fiesta con los susodichos cupos.
De esta manera humillante los Solarte le impusieron a toda la comunidad de la zona su voluntad, obviamente contando con el apoyo de las autoridades y de unos cuantos dirigentes políticos que manipularon para que la ciudadanía no se manifestara, y el silencio cómplice del alcalde de Tunja, que no tuvo en cuenta que esto afecta una intensa dinámica de desarrollo, usos del suelo, que le clava un cuchillo a los campesinos, agricultores, estudiantes y toda la gente que circula por esta zona, que se genera empleo y se ocupa un territorio por sus propias gentes. Con estos daños, con los efectos económicos que se le trasladan a los ciudadanos tendremos que hacernos una pregunta obvia ¿a quien y a que intereses le esta sirviendo la doble calzada Briseño, Tunja, la y?
