En los últimos 3 años, los ingresos de Tunja en términos reales han venido cayendo, el comparativo del 2008¬/2009, fueron (- $1.630,00 millones), lo que explica una caída de los ingresos tributarios, la principal fuente para financiar funcionamiento e inversión.
Llama la atención que lo presupuestado, no concuerda con los resultados de los ingresos consolidados, este desfase se hace aun más notorio en el marco fiscal de mediano plazo, donde la proyección de recursos tributarios, se hizo estimando crecimientos anuales del 5%, y la realidad indica que estos han sido negativos.
Contrariando esta realidad, los presupuestos para gastos de funcionamiento se hicieron sobre el 10%, para la vigencia del 2010, y explica que el gobierno municipal, le haya permitido a Fabio Martínez Villamil, presentar el proyecto de acuerdo por el cual se incrementaron los salarios por el 8%, tres veces la meta de inflación, y dos veces el incremento salarial para el año 2010.
En términos monetarios, en $390 millones se incrementaron los salarios, para la planta de trabajadores de la administración municipal, en la presente vigencia, que hará base para pagar las prestaciones sociales y demás derechos de los trabajadores. Los ingresos inflexibles, del municipio frente la elasticidad de los gastos de funcionamiento debe manejarse con el mayor de los cuidados, especialmente ante los enormes retos que tiene el municipio, en inversiones, para hacerle frente gastos de urgencia como la deteriorada malla vial, donde los recursos de crédito no pueden seguir siendo la fuente para resolver problemas permanentes que deben ser cubiertos por recursos propios, con los impuestos que pagan los ciudadanos.
De los ingresos corrientes, hoy se destinan cerca del 50% en gastos de funcionamiento, el año pasado este indicador fue del 33%, lo que implica un retroceso con la disminución del ahorro operacional, en cumplimiento de la ley 617 de 2003 de austeridad fiscal.
Aunque con mi voto aprobé el alza salarial, le llame la atención a los funcionarios por lo regresivo de la medida, ya que se incremento por igual a los que ganan menos, haciendo más inequitativa la distribución salarial en el municipio de Tunja, y exponiendo a la ciudad a problemas de orden fiscal.
Se aceita la maquinaria clientelista de concejales como Fabio Martínez, con costos elevados, y Arturo no obstante el endeudamiento en que quiere involucrar a la ciudad, hace de esta un acto más de su profunda insensatez.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
Concejal de Tunja
Llama la atención que lo presupuestado, no concuerda con los resultados de los ingresos consolidados, este desfase se hace aun más notorio en el marco fiscal de mediano plazo, donde la proyección de recursos tributarios, se hizo estimando crecimientos anuales del 5%, y la realidad indica que estos han sido negativos.
Contrariando esta realidad, los presupuestos para gastos de funcionamiento se hicieron sobre el 10%, para la vigencia del 2010, y explica que el gobierno municipal, le haya permitido a Fabio Martínez Villamil, presentar el proyecto de acuerdo por el cual se incrementaron los salarios por el 8%, tres veces la meta de inflación, y dos veces el incremento salarial para el año 2010.
En términos monetarios, en $390 millones se incrementaron los salarios, para la planta de trabajadores de la administración municipal, en la presente vigencia, que hará base para pagar las prestaciones sociales y demás derechos de los trabajadores. Los ingresos inflexibles, del municipio frente la elasticidad de los gastos de funcionamiento debe manejarse con el mayor de los cuidados, especialmente ante los enormes retos que tiene el municipio, en inversiones, para hacerle frente gastos de urgencia como la deteriorada malla vial, donde los recursos de crédito no pueden seguir siendo la fuente para resolver problemas permanentes que deben ser cubiertos por recursos propios, con los impuestos que pagan los ciudadanos.
De los ingresos corrientes, hoy se destinan cerca del 50% en gastos de funcionamiento, el año pasado este indicador fue del 33%, lo que implica un retroceso con la disminución del ahorro operacional, en cumplimiento de la ley 617 de 2003 de austeridad fiscal.
Aunque con mi voto aprobé el alza salarial, le llame la atención a los funcionarios por lo regresivo de la medida, ya que se incremento por igual a los que ganan menos, haciendo más inequitativa la distribución salarial en el municipio de Tunja, y exponiendo a la ciudad a problemas de orden fiscal.
Se aceita la maquinaria clientelista de concejales como Fabio Martínez, con costos elevados, y Arturo no obstante el endeudamiento en que quiere involucrar a la ciudad, hace de esta un acto más de su profunda insensatez.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
Concejal de Tunja
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