PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
Concejal de Tunja
Concejal de Tunja
Nuestra región es famosa por los páramos , y con ellos el agua que baja de sus alturas, por ello resulta muy atractivo y convincente que la Corporación Autónoma Regional de Boyacá – Corpoboyacá , convoque a este congreso en la ciudad de Paipa, que no está ligada a los resultados de la corporación según se desprende de la convocatoria, Corpoboyacá cuenta su experiencia del Páramo de Siscunsí amenazado hoy por la explotación minera y donde recientemente se dejaron libres a una pareja de cóndores, que al parecer es lo que tiene que mostrar Corpoboyaca Corpoboyacá en el Congreso de Páramos.
En el cronograma, no se incluye, por su puesto la devastación, acoso y persecución que está desarrollando la Multinacional Holcim sobre pobladores, de su zona de influencia, la contaminación y envenenamiento de los acueductos, en las zonas de la Gran minería, que desarrolla la multinacional Votorantim, en la provincia de Sugamuxi y Valderrama, tampoco se hablará del desplazamiento de cultivo de flores de la sabana cundiboyacense, hacia el municipio de Toca y la contaminación de los más de 55 millones de metros cúbicos, que se depositan en la represa de la COPA, para que se beneficiaran los habitantes de Tuta, y toda la zona de influencia del centro del departamento. Según USOCHICAMOCHA cerca de 400 mil boyacenses dependerán en un futuro de esta represa, Corpoboyacá no podrá hablar de aplicación de sanciones a los poderosos, mas sí de una que otra persecución a campesinos y mineros artesanales.
Los páramos se deben cuidar, y lo que baja de ellos también, aguas arriba se van acumulando los problemas, todo comenzó cuando los municipios tuvieron que tributar para el sostenimiento de las CAR, que nacieron con la con la ley 99 del 93, y remplazaron al INDERENA, que se alimentaba con los recursos de la nación y reglamentaba con el decreto 2811 del 1974, se desmantelaron las políticas públicas y el control riguroso que existía sobre el capital depredador. Ahora ni las CAR, ni alcaldes, ni la gobernación invierten recursos en el sector, los primeros porque no tienen la plata, y los segundos porque enterrar plata en páramos o en cuencas no da votos, así se hayan puesto de ruana el color verde para posar de ecologistas. Las estadísticas de los últimos 6 años, demuestran que la Gobernación de Boyacá, en el rubro de medio ambiente, no ha dejado un solo peso, en el año 2008, de 60 mil millones en regalías destinó 500 millones, lo que es una contradicción por decir lo menos. Aunque no tienen el mismo recato para usar el agua como negocio, y que se está montando con 300 mil millones de pesos, donde aspiran a ser los principales benefactores a través del Plan Departamental de Aguas.
Lo cierto del congreso es que ni ,los guarda páramos, ni los campesinos, ni los que quieren hacer políticas para contribuir en el desarrollo de un verdadero debate que ahonde en la problemática y amenazas que existen en la región asistirán al evento, los $150.000 que cobran por la inscripción se vuelven excluyentes, pero mirando el programa, los temas por tratar no son realmente los que se esperan del evento, que está programado para que los burócratas, del Ministerio del Medio ambiente con su estilo seudocientífico terminen por validar las actuaciones de los contaminadores y responsables de los crímenes contra natura, y sus poblaciones como son los señores empresarios de la gran minería, del cemento, del acero, la floricultura entre otros.
Este tema requiere una mayor profundización.
En el cronograma, no se incluye, por su puesto la devastación, acoso y persecución que está desarrollando la Multinacional Holcim sobre pobladores, de su zona de influencia, la contaminación y envenenamiento de los acueductos, en las zonas de la Gran minería, que desarrolla la multinacional Votorantim, en la provincia de Sugamuxi y Valderrama, tampoco se hablará del desplazamiento de cultivo de flores de la sabana cundiboyacense, hacia el municipio de Toca y la contaminación de los más de 55 millones de metros cúbicos, que se depositan en la represa de la COPA, para que se beneficiaran los habitantes de Tuta, y toda la zona de influencia del centro del departamento. Según USOCHICAMOCHA cerca de 400 mil boyacenses dependerán en un futuro de esta represa, Corpoboyacá no podrá hablar de aplicación de sanciones a los poderosos, mas sí de una que otra persecución a campesinos y mineros artesanales.
Los páramos se deben cuidar, y lo que baja de ellos también, aguas arriba se van acumulando los problemas, todo comenzó cuando los municipios tuvieron que tributar para el sostenimiento de las CAR, que nacieron con la con la ley 99 del 93, y remplazaron al INDERENA, que se alimentaba con los recursos de la nación y reglamentaba con el decreto 2811 del 1974, se desmantelaron las políticas públicas y el control riguroso que existía sobre el capital depredador. Ahora ni las CAR, ni alcaldes, ni la gobernación invierten recursos en el sector, los primeros porque no tienen la plata, y los segundos porque enterrar plata en páramos o en cuencas no da votos, así se hayan puesto de ruana el color verde para posar de ecologistas. Las estadísticas de los últimos 6 años, demuestran que la Gobernación de Boyacá, en el rubro de medio ambiente, no ha dejado un solo peso, en el año 2008, de 60 mil millones en regalías destinó 500 millones, lo que es una contradicción por decir lo menos. Aunque no tienen el mismo recato para usar el agua como negocio, y que se está montando con 300 mil millones de pesos, donde aspiran a ser los principales benefactores a través del Plan Departamental de Aguas.
Lo cierto del congreso es que ni ,los guarda páramos, ni los campesinos, ni los que quieren hacer políticas para contribuir en el desarrollo de un verdadero debate que ahonde en la problemática y amenazas que existen en la región asistirán al evento, los $150.000 que cobran por la inscripción se vuelven excluyentes, pero mirando el programa, los temas por tratar no son realmente los que se esperan del evento, que está programado para que los burócratas, del Ministerio del Medio ambiente con su estilo seudocientífico terminen por validar las actuaciones de los contaminadores y responsables de los crímenes contra natura, y sus poblaciones como son los señores empresarios de la gran minería, del cemento, del acero, la floricultura entre otros.
Este tema requiere una mayor profundización.