Existe un reto para el actual alcalde de nuestra ciudad, y es el de dar un direccionamiento urgente a unos políticas que mitiguen el grado de miseria en que sobreviven cientos de familias, especialmente por un factor de ingresos.
Según estudio de la Universidad Externado de Colombia y según el censo poblacional 2005, los tunjanos deberíamos estar en los 127 mil habitantes, a una tasa de crecimiento del 2%, sin embargo la cifra demuestra que somos 155 mil los tunjanos, que residimos en la ciudad, la diferencia concluye el estudio es la población inmigrante, que tiene distintos orígenes pero especialmente es población pobre que se desplaza en búsqueda de oportunidades.
Demandan estos nuevos habitantes, más subsidios, una capacidad nueva en servicios públicos, más espacios vivienda e infraestructura que la ciudad no ha venido ofreciendo en unas condiciones de planeación racional, de brindar accesos en cuanto a este comportamiento poblacional; quienes han tomado la delantera ha sido el sector privado que de forma desordenada ha respondido a estas nuevas necesidades con un profundo nivel de exclusión ante una ciudad que ve encarecer día a día el costo de vida para sus habitantes, sin que se ofrezcan oportunidades para quienes carecen de los ingresos para hacer parte de un a vida urbana que los relega, los margina y los excluye.
Los resultados son los altos niveles de miseria, y la dependencia de los subsidios que llegan del orden nacional, en programas como los de familias en acción, subsidios al adulto mayor, restaurantes escolares, el sisben etc. Que se quedan cortos frente a las necesidades que son más dinámicas que los subsidios a la demanda.
La revisión de los planes de ordenamiento territorial, deben consultar de manera urgente a esta necesidad de la población, en los estudios y diagnósticos que se desarrollen el factor poblacional, debe cruzar las dinámicas urbanas de ordenamiento en los usos del suelo, las prioridades en infraestructuras educativas, en salud, en una justa distribución de cargas y beneficios , para que los sectores dinámicos en el desarrollo de la ciudad trasladen a los sectores rezagados, una parte de sus ingresos que finalmente son fruto de beneficio general.
De esta manera y con el mismo enfoque se espera que en los planes de desarrollo, que se deben formular con n las comunidades reales, el tema del desempleo y la miseria merezcan un capitulo especial, para que comencemos a caminar en metas reales de inclusión, en proyectos como el terminal, plazas de mercado, frigorífico etc.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ
CONCEJAL PDA TUNJA.
