En Boyacá los títulos mineros, se superponen no solo a los páramos,
sino hasta las mimas parroquias, el tema se ha convertido en campo de batalla entre los
intereses de los capitales transnacionales y las comunidades que han venido aumentando
su conciencia y su nivel de organización ante las nuevas realidades y amenazas sobre el territorio, con base en lo que significa para Boyacá el desarrollo
como minería por una imposición de
Gobiernos centrales y no como despensa agrícola, como paisaje, o como destino
para crear y recrear la vida.
Como se muestra en el plano, buena parte del departamento de Boyacá
esta titulado para minería.
En la recién aprobada modificación del POT de Tunja, en un
hecho que muestra todos los errores de visualizar el desarrollo como una hipertrofia urbana donde lo rural desapareció del contenido de nuestro
ordenamiento, un error, que desconoce la misma existencia del
recurso hídrico que garantice a futuro,
el crecimiento urbano y los grandes negocios que se instalan en la ciudad, incluyendo
el gran negocio que se ejerce sobre el manejo del agua, desconociendo que
en las montañas está el límite mismo a ese desarrollismo enajenante sobre el territorio.
Sin embargo esto no impide que se estén desarrollando
acciones, mas desde una débil representación de esfuerzos individuales, como es la propuesta ante Parques Nacionales de Colombia
del ministerio del medio ambiente para que el complejo de páramo de Rabanal, que incluye la reserva forestal del
Malmo se constituya en un Parque de
Reserva Natural.
Según respuesta de ministerio corresponde a las corporaciones
regionales, en este caso corpoboyaca, La CAR y Corpochivor articular los
esfuerzos para declaratoria de Parque Naturales Regionales, según ley 2 de
1959,decreto ley 1959 de 1974,ley 99 de 1993.
Como se muestra en el plano el área de gachanecas, teatinos, laguna verde etc. y de color rojo, aparece el subsuelo rico en carbón, actualmente con títulos, licencias ambientales, y minería informal.
El rabanal se encuentra ubicado en el altiplano
Cundiboyacense, entre los municipios de Samaca y ventaquemada, (Boyacá), villapinzon,
Guacheta y lenguazaque, (Cundinamarca), el complejo ocupa 16.356 hectáreas
distribuidas sobre los 3.200 y 3.585 metros de altitud.
De este complejo de paramos depende el agua que consumimos
los Tunjanos, cerca de 200.000 habitantes, igualmente dependen 20 municipios de
Cundinamarca y Boyacá, es en esta misma cordillera
donde nace el rio Bogotá.
Aunque instituto Alexander Von Humboldt, tiene delimitada el área
del complejo de paramos, que incluye el del Rabanal, la corporaciones de
involucradas recientemente contrataron un estudio de delimitación que permitiría,
definir los criterios legales y usos, del páramo y su área de influencia lo que
podrían dar oportunidad para dejar nulos
los títulos mineros, y de más actividades que
estén afectando esta importante reserva hídrica del centro del país,
incluyendo algunos intereses de la poderosa MILPA.
¿será posible tocar estos poderosos privilegios?.
Lo que sucede en Bucaramanga,con santurban representa las mismas
preocupaciones que tienen que ver con la trascendencia y efectividad de definir el páramo
para acabar de una vez por todas con los vacíos de normas y competencias, que impiden la articulación
de autoridades nacionales, locales y
regionales en acciones puntuales en restricción de minería y se aborden las políticas
de conservación y recuperación de estos
ecosistemas.
El ejemplo de movilización de gremios, clase política,
sociedad civil en Bucaramanga, dio sus frutos, en el caso de la defensa que
tenemos que hacer para defender el Rabanal, el Malmo etc., aún falta ese grado
de conciencia para defender un recurso estratégico como el agua, esperar que
cuando despertemos del letargo no sea demasiado tarde
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