De la maldición de Hunzahúa a la Patria boba

El gobernador, José Rozo se les atravesó a los marchistas que iban de Tibana, Turmequé, Garagoa hacia Bogotá, casi que se convierte en un Barreiro, quiso quitarle las razones y las ganas a los habitantes de la región, para que no fueran a exigir pavimentación de vías, estos le dijeron muy bien gobernador, cumpla con las promesas que le ha hecho a las gentes de Márquez, y continuaron su marcha a Bogotá. La bobalicona forma como el gobernador ha querido manosear la celebración del bicentenario, contradice las urgentes necesidades y la rabia que suscita el olvido que han soportado regiones enteras de Boyacá, especialmente por que el mandatario desconoció las exigencias que hicieron las gentes de la región ante las empresas, TGI, Ecopetrol, Ocensa, en los diálogos para obligar a que estos respetaran a las comunidades, les pagaran sus predios y dejaran algún beneficio a la región, como la pavimentación de un tramo vial regional, que une Boyacá, Casanare y Arauca así como mejoramiento de escuelas, salones comunales, puestos de salud y enganche laboral digno; por el contrario la vergonzosa solución fue la militarización y represión por parte de el ESMAD, a los campesinos y comunidades de la zona.
Sin embargo como si no fuera poca la lirica y ridícula oratoria del mandatario regional, se le suma el verborrea del voraz, timador Alcalde de la ciudad de Tunja, quien ya celebra el primer desembolso por $ 2.300,000 millones que le hace su socia, la gerente del banco agrario ANGELA PATRICIA ORTIZ DE RUIZ, gerente regional del banco y beneficiaria de la compra de un predio por donde pasa la mega vía, la misma que saca literalmente a patadas a los pobres de su oficina, y cuya entidad es benefactora de los escandalosos pagos de intereses que han hecho las corruptas administraciones municipales. Solo desde el año 2005, se le ha pagado a la entidad financiera la suma de $1.134,860 millones de pesos en intereses, por desembolsos de $3.531,000millones, y aun con un saldo por pagar a junio de 2010, de $1.764,000 millones de pesos, este es el negocio perverso de las entidades financieras y alcaldes corruptos, dejar saldos altos, para pagar millonarios intereses. Lo saben hacer quienes en el mundo de las fechorías, no dejan huellas para borrar la escenas de las trampas, de allí que el alcalde rey del transfuguismo no firma actas de reuniones, ni de los cabildos que hizo en los barrios de la ciudad, donde prometió el cielo y la tierra a las comunidades para que estas luego no le pudieran reclamar, al igual que desde su posesión a punta de decretos delega en sus funcionarios aquellos actos riesgosos donde en futuras demandas pueda resultar vinculado a los escandalosos hechos de corrupción, que hoy esta para medalla de oro en la administración, sin embargo quiere el empréstito de los $35.000.000 millones y pide facultades al Concejo para contratar por más de $12.000.000 millones de pesos, es la típica operación Pilatos, la que se está presentando en Tunja, que es la forma refinada también de otros corruptos de cuello blanco, violadores de los derechos de la comunidades pobres, que montan pirámides de vivienda, y una vez se ejecuta la estafa persiguen a sus víctimas creyendo que han borrado todas las huéllas del crimen y que creen que sus fechorías pueden quedar en la impunidad. Es la maldición hunzahúa y la patria boba la que nos ha tocado vivir comenzando el siglo XXI, pero sectores de la sociedad se movilizan y no están dispuestos a servir de carnada a la guillotina de los mandatarios, que creen que el mal de la corrupción y la estupidez puede durar más de 200 años.
Nota: Que tristeza el cierre definitivo del matadero de Tunja, 38 empleos directos, familias que aguantarán hambre y cerca de 120 empleos indirectos son la pérdida para la ciudad. Los oscuros hechos que rodearon el cierre de esta empresa, serán aclarados a la opinión pública.
PEDRO PABLO SALAS HERNANDEZ.
Concejal de Tunja.