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miércoles, 23 de mayo de 2007

Los niños, la educación y la guerra.



La tragedia de Colombia, ha sido la prolongación sostenida en el tiempo de esta guerra, lo demuestra el debate que se presenta en el congreso por el tema de transferencias y la perdida de 50 billones al 2016, para salud y educación mientras el gasto militar es de 90 billones para los próximos 4 años.

Mas allá de la tragedia y de la barbarie, el desgarramiento social que conlleva todo conflicto, el tema de fondo es el de las prioridades en una democracia, y la elección en Colombia ha sido la de profundizar la guerra en sustitución de la niñez, la juventud, y la educación que nada mas ni nada menos es la razón misma de una sociedad para ser viable.

Algunos análisis de Tipo macroeconómico nos ponen en el contexto de la búsqueda de soluciones, el argumento fiscalista sobre el excesivo gasto del Estado es falaz y tiene su propia génesis y este déficit tiene una inocultable explicación en el debate que los neoliberales desde que Cesar Gaviria impulso el modelo no han resuelto.

Los fondos de pensiones privados en Colombia, que son los mismos dueños el sector financiero, se ganan cerca de 4 billones de pesos, y este es un resultado de los prestamos de deuda interna que le hace la banca al gobierno, para cubrir este pasivo prestasional, que en el presupuesto del 2007 del gobierno asciende a la suma de 15 billones, dineros que los dueños de los bancos sacan de un bolsillo, y luego lo ingresan al otro cargado de ganancias, es la síntesis de la vieja formula marxista D – D”.

Otra fuga de capitales injusta e inaudita ha sido el pago con reservas a los especuladores financieros, (sin contar deuda externa), que en los últimos dos años estos mercados devoraron US$ 4.500 Millones de dólares, y en los últimos tres meses de lo corrido del 2007, el gobierno ha gastado US$1.000 millones, es decir que sumadas las cifras son cerca 12 billones de pesos, que se han tirado a la basura para sostener un tipo de cambio que tiene enloquecidos a los del Banco de la Republica, arruinados a muchos productores nacionales y felices a quienes le han apostado a la quiebra de nuestra moneda.

Frente a estas astronómicas cifras que demuestran en donde esta la crisis de las finanzas publicas, a las universidades el gobierno les traslada corresponsabilidad en la financiación del pasivo pensionad, este solo hecho no solo debe hacer palidecer ala comunidad educativa, sino que seria el comienzo del fin para la educación publica superior en el país.

El gobierno solo invierte al año en educación superior la suma de $1.5 billones de pesos, en investigación, a través de Colciencias tan solo 700 mil millones, sin embargo en universidades como la Nacional el pasivo pensional llega a los 4 billones de pesos, lo que en el tiempo significa la liquidación o cierre de estos centros educativos.

El debate sobre calidad educativa, coberturas y reticencia de los educandos en el sistema será tema de otro articulo, sin embargo me sorprenden los indicadores en Tunja, donde la matricula ha caído y las pruebas de estado demuestran una desmejora, que vale la pena que se investigue que esta pasando con los niños y la juventud en nuestra ciudad.


PEDRO PABLO SALAS.
Concejal PDA Tunja.


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