Profundidad - Análisis - Debate - Denuncias - Informes - Veeduria - Control - Investigación - Información de Boyaca - Tunja

martes, 7 de octubre de 2014

Campesinos más pobres y más conscientes


Congreso Dignidad Agropecuaria
“El desarrollo de la forma capitalista de producción ha seccionado el nervio vital de la pequeña explotación de la agricultura, la pequeña explotación agrícola decae y marcha irremediablemente hacia la ruina”(Federico Engels,1894), el problema campesino en Francia y Alemania, ya desde 1894 se colocaba el mercado internacional del trigo y demás bienes agrícolas como un problema que hacía imposible la competencia de precios que se desataba desde entonces, en los productos de Estados unidos. El campesino agrupado, gregario, propietario de una pequeña parcela en estas condiciones le es imposible conservar su propiedad y competir, en un mercado abierto y global, caminando inexorablemente a su proletarización con la pérdida de su medio de producción la tierra.

¿Qué es lo que ha permitido entonces que en  Colombia  sobreviva  la pequeña producción agrícola?, ¿Por qué aun el 25% de la población vive en el campo a pesar de todos los males que han soportado este sector de la economía, guerras, TLC, destrucción del Estado en el sector rural etc.? ¿Por qué en estas circunstancias  el 60% de la oferta agrícola se sigue  produciendo en el país? El tema rural es un ejercicio más complejo de lo que a simple vista se puede observar y es en este sentido que se debe responder a las inquietudes que surgen del sector rural.

En el Congreso agrario realizado el 6 de octubre, se elaboró una agenda que viene siendo factor de profundas luchas, de los más diversos rincones en Colombia, de esos campesinos gregarios que dijera Engels, y que han puesto al gobierno a pensar nuevamente en una política que resuelva la gran crisis que afecta el sector agropecuario, puntos que van desde las renegociaciones de los tratados de libre comercio y políticas cambiarias, es decir una exigencia macro que afecta el modelo de libre mercado actual hasta un presupuesto suficiente y medidas excepcionales del estado, que permitan resolver problemas estructurales de costos, sustentación de precios, volver al viejo anhelado INCORA que intervenga en la compra de cosechas para regular precios de mercado, resolver la deuda campesina que es mínima, pero que tiene unos estragos enormes para los pequeños agricultores, intervenir ante los mercados oligopólicos de insumos agrícolas, exigen una política de investigación, aplicada para el caso de las necesidades, regionales de la producción agropecuaria, crédito barato, seguros de cosecha, inversión en infraestructuras etc.

¿Está el estado dispuesto a cumplir con una política mirando a la pequeña producción agropecuaria en el país?, ¿o se inclina por las alianzas productivas distintas a las luchas y exigencias que están planteando los campesinos asistentes al congreso de dignidades en Bogotá?, ¿cuál va  a ser el modelo, que defina  el gobierno para atender el campo de acuerdo a sus criterios y prioridades preso de unas políticas que se han venido imponiendo lentamente y adatando para que sea el mercado quien resuelva el problema de quienes se quedan o quienes se deben ir del campo?.

La mujer y la seguridad alimentaria 
No hay duda que en el rostro de los campesinos de Colombia existe una evidente angustia y desespero, a los paperos, cebolleros, cafeteros, arroceros, pesqueros, cacaoteros, paneleros, fruticultores, maiceros, lecheros  etc. A ninguno le esta yendo bien, muchos están arruinados, y otros van en proceso, es claro y categórico afirmar que el campesinado de Colombia está resistiendo, ¿pero hasta cunado?, todo indica que las confrontaciones, con el Estado van a ser un escenario de conflicto que  marque la pauta hacia cambios profundos en la concepción del modelo económico en Colombia para el sector rural y  donde los territorios, van a jugar un papel fundamental, donde están latentes otros reclamos, pleitos aplazados, latentes, otros que se están generando, mescla de un grito de regiones pero especialmente de una nueva conciencia que está emergiendo del habitante de la ruralidad, hacia una concepción de su entorno, donde la conciencia de humanizar la naturaleza ha incoado una nueva lógicas de producción  en la ruralidad, de nuevas formas de asociación y renovadas solidaridades.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente y opine, enriquezca el debate